La tarde del viernes 11 de enero de 2019 se registró un incendio en una presunta clínica de rehabilitación en el Suburbio de Guayaquil. Tras controlar el fuego, se confirman 17 fallecidos. Tras conocerse el siniestro, personal de socorro se dirigió hasta el lugar para controlar el fuego.
Una ambulancia de Medicina Legal llegó al punto, para el respectivo levantamiento de cadáveres. Vecinos dicen que la clínica de rehabilitación funcionaba hace años. Yesenia, quien vive junto al lugar, relató que «fue angustiante. Se escuchaban los gritos de los jóvenes pidiendo ayuda».
«A las 15:24 recibimos alerta al 911 sobre un incendio en una vivienda ubicada en las calles 26 y la I, suburbio de Guayaquil. Al momento el BCBG (Bomberos de Guayaquil) confirma que la novedad fue controlada», informó el ECU-911 en sus redes sociales.
Luego de las labores de sofocación, con corte a las 16:45, el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil informó que existen 16 personas fallecidas por asfixia, que se encontraban al interior del inmueble.
Además, se reportaron 12 personas heridas con quemaduras en las vías aéreas, que fueron trasladadas hasta las distintas casas de salud como el Hospital Abel Gilbert Pontón, Hospital del Guasmo sur, Hospital de Monte Sinaí y Mariana de Jesús, conforme a la complejidad de sus cuadros clínicos. Hasta el punto llegó Raúl Ledesma, gobernador del Guayas, quien declaró que «no puede ser que existan clínicas clandestinas o no, formales o informales, que no tengan verificado, por parte de las autoridades competentes, formas de evacuación, vías de evacuación, los temas de los extintores», dijo la autoridad provincial.
Asimismo, manifestó que las autoridades correspondientes de hacer los controles y las verificaciones «también tienen que rendirle cuentas a la ciudadanía». Con base en el informe del Cuerpo de Bomberos, la general Tanya Varela describió que los afectados «apilaron los colchones, y provocaron un incendio, que normalmente puede ser una práctica que ellos utilizaban para que los traten de sacar del encierro. Y como eso no tiene ventilación, el fuego consumió inmediatamente estos colchones y ellos fallecen».
En ese sentido, Varela precisó que «estamos recabando información para proceder a la aprehensión del director y de todos los que trabajaban en la clínica porque todos tienen que responder ante este hecho tan lamentable». Mencionó además que los vecinos de la casa adyacente revelaron que las 11 personas heridas fueron sacadas del lugar por el propio director.
Ledesma señaló que «aparentemente esto ha sido un incendio provocado por las personas que se encontraban encerradas en la supuesta clínica. (…) El dueño se encuentra fugado; ya se ha emitido el operativo para encontrarlo. Se está ubicando otras clínicas que pudieran ser de su propiedad y no dejarlo escapar; hay que perseguirlo y que rinda cuentas». Posteriormente, el mayor Reynaldo Carbo, constató que «es una clínica para controlar adicciones», y que el cuerpo bomberil procedió a ayudar con la evacuación de personas heridas y con la extinción del fuego.
Uno de los sobrevivientes, Reinaldo Villamar, de 20 años, explicó que los nuevos internos incendiaron un colchón de esponja que de pronto se fue propagando cada vez más. Luego, hubo una discusión por decidir si apagar el fuego o abrir la puerta. «Y como no la querían abrir, le tiraron otro colchón encima y ahí salió humo negro.
El llavero que va abrir la esa (puerta) ya estaba caliente, se quemó las manos; ya no podían salir». No obstante, lograron escaparse casi la mitad gracias a la ayuda voluntaria de algunos internos. Villamar, quien reveló que en total habían 56 internos, aseveró que en el lugar no había maltrato y que la causa de la tragedia se debió a que «las personas nuevas que se querían ir». (I)