«Hasta el momento no hemos encontrado a supervivientes», dijo a Efe por teléfono el director de Operaciones de la agencia indonesia de búsqueda y rescate (Basarnas), Agus Hariono.
Agus añadió que han encontrado partes de los cuerpos de algunas de las personas que viajaban a bordo de la aeronave, que se estrelló en el mar de Java a los pocos minutos de despegar del aeropuerto de la capital con 181 pasajeros y siete tripulantes a bordo.
El general de brigada Bambang Suryo Aji señaló en declaraciones a los medios locales que cree que «nadie ha sobrevivido», de acuerdo a los restos encontrados en la zona del accidente.
Las autoridades han revelado por el momento que el piloto era de nacionalidad india y había un italiano entre los pasajeros, aunque continúan sin confirmar que se trate de los únicos extranjeros.
Partes del avión y algunas de las pertenencias de los ocupantes fueron hallados a unos ocho kilómetros al este del cabo Tanjung Karawang, ubicado en la parte oriental de la bahía de Yakarta.
Sin embargo, la mayoría del fuselaje del avión todavía no ha sido encontrado y tan solo nueve cadáveres han sido retirados del agua, según Bambang.
El militar indicó que los cuerpos de las víctimas podrían estar atrapados en la cabina del avión.
Unos 160 efectivos de salvamento, que han acudido desde las provincias de Yakarta, Lampung y Bandung en varios barcos y helicópteros, buscan a las víctimas del accidente y las cajas negras del avión con buzos y vehículos submarinos por control remoto a entre 35 y 60 metros de profundidad.
Tres expertos de Singapur ayudarán a los equipos indonesios con equipo para localizar las cajas negras a partir de mañana, dijo el director del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte, Soerjanto Tjahjono.
Las operaciones de salvamento se prolongarán una semana y serán extendidas tres días después si es necesario.
El aparato, con el identificativo JT 610, desapareció de los radares trece minutos después de despegar del aeropuerto de Yakarta a las 6h20 hora local con destino a Pangkal Pinang, en la isla de Bangka (norte).
En el aeropuerto internacional de la capital, familiares de los ocupantes del avión esperan noticias separados por un cordón de seguridad de los curiosos y la prensa.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, lamentó el accidente en una intervención televisada desde la isla de Bali y pidió a los familiares que «esperen al equipo de búsqueda y rescate que trabaja en estos momentos en el lugar (del accidente)».
Antes de estrellarse, el piloto solicitó el regreso al aeródromo de la capital indonesia pero no envió señal de emergencia, indicaron las autoridades, que todavía esperan la información de las cajas negras.
Entre los dos pilotos sumaban cerca de 11.000 horas de vuelo y el avión era relativamente nuevo ya que entró en funcionamiento a mediados de agosto y contaba con unas 800 horas de servicio.
El director ejecutivo de Lion Air, Edward Sirait, reveló en rueda de prensa que el aparato presentó problemas técnicos tras un vuelo anterior la anoche del domingo que fueron solventados y el avión fue aprobado para volar «por un ingeniero certificado». EFE