Érika P. Ch. fue sentenciada a 26 años de prisión por la muerte de su madre Laura Ana Chávez, de 50 años.
El 10 de noviembre del año pasado la empresaria manabita sufrió un atentado cuando llegó a su restaurante Mamma Rosa, en Manta. A los nueve días falleció en Estados Unidos lugar hasta donde fue trasladada.
El día del hecho, Laura llegó a su local cerca de las 20:00 horas, cuando de manera imprevista una mujer con gafas y peluca se le acercó y le propinó dos disparos.
La sentenciada es hija única de Laura ella viajó con su madre a Estados Unidos. Cuando regresó con el cadáver, a pocas horas, fue detenida por agentes policiales.
Paco Delgado, fiscal de Personas y Garantías de Manta, indicó que con ayuda de cámaras de seguridad del sector de la avenida Flavio Reyes –donde se ubica el restaurante Mamma Rosa-, lograron identificar a la mujer, debido a que antes de subirse a un auto se quitó la peluca.
Tras análisis a través de la red social Facebook y otras indagaciones digitales determinaron que la mujer que disparó fue Angie O. R, quien fue detenida junto a su pareja, Gabriel B. L.
Dos de tres jueces del Sexto Tribunal Penal de Garantías de Manabí con sede en Manta determinaron la sentencia para Érika P. Ch., de 27 años, y otras tres personas.
“Nosotros pedimos 34 años porque era una conducta agravada que no fue considerada por el tribunal, pero Fiscalía en su acusación particular, está satisfecha porque se trata de un delito que se sanciona con la máxima pena de 26 años”, refirió Delgado, tras culminar una audiencia de sentencia.
Vecinos y cercanos a Chávez indicaron que la acción de Érika P. Ch. se habría originado presuntamente para apoderarse de los bienes de la empresaria, pues era la hija única.
Por su parte, Pedro Moreira, abogado defensor de Érika P. Ch., dijo que apelará la sentencia, ya que señaló que la resolución emitida en el Tribunal Penal se habría basado en datos de un parte policial y no en las declaraciones que emitió su defendida.