BABAHOYO. El rostro de Libia Román Castro es uno de los más conocidos en el patio de comidas de la bahía Calderón en Babahoyo, ubicado en la avenida 6 de Octubre. Ella, con más de 25 años de experiencia en la cocina, atiende a todos sus clientes con una amable sonrisa y la mejor sazón.
Sus inicios fueron en el bar del colegio Padre Marcos Benetazzo. Allí por más de dos décadas atendió a todo el alumnado, que hoy, la gran mayoría se han convertidos en profesionales y quienes la recuerdan con añoranza y con respeto le dicen «Mami Libia»
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Su jornada empieza a las 05h00 de la mañana, dejando todo listo para el bar en el colegio, que ahora lo atienden sus hijos. Luego de eso, realiza las compras para atender el comedor en la Bahía. Todos los días llega junto a su compañero de su vida, quien le robó el corazón a los 17 años. Por ese motivo, ella se alejó de su natal Milagro y se hizo una mujer con costumbres babahoyenses. Ahora, él es su apoyo cada mañana y en las tardes cuando termina su jornada laboral, la viene a recoger para ir a descansar.
Tiene dos hijos que gracias al trabajo y al esfuerzo de ella, pudieron prepararse en la rama de la gastronomía y son chef profesionales y también se dedican a la preparación de platos tradicionales en la ciudad de Babahoyo.
Variedad
En su comedor, día a día prepara hasta tres sopas distintas y ocho platos para el segundo, con el fin de que los clientes que llegan a la Bahía Calderón, tengan variedad para escoger. Entre sus platos segundos, dispone de cordón bleu, medallones de pollo, costillas ahumadas, cazuela, sango de camarón, llapingachos, chancho hornado, pollo en salsa de champiñones, platos a la carta a precios económicos. «Mis platos son especiales para venderlos como almuerzo y consentir a mis clientes», agregó.
El nombre de su local en la Bahía Calderón se llama «Marquitos» en honor a su hijo menor. Con cerca de 70 años sigue dando lucha, porque ella es una mujer que dice que ama la cocina y su pasión es cocinar. Aunque paga 150 dólares al Municipio de la ciudad, dice que el trabajo le permite vivir con comodidad. También tiene en sus manos el arte de la pastelería.
A los jóvenes les dice que busquen siempre una fuente de trabajo. Que hay que buscar la manera de ganarse la vida y agradeció a su maestra Patricia Iturralde, quien le impartió sus conocimientos y despertó su amor por la cocina, finalizó Libia Román Castro, chef profesional.