Quevedo. Una adulta mayor, quien trabaja realizando limpieza de casas, tuvo que salir unos minutos más tarde de sus labores. Aunque faltaba poco para las 18h00, ya no había bus que la quiera llevar hasta el sector donde reside.
Ella explica que nunca sale pasadas las 17h30 porque a partir de ese horario sus posibilidades de encontrar una unidad de bus se reducen.
Habita en Playa Grande, de la parroquia urbana Nicolás Infante Díaz. Agrega que al llegar las seis de la tarde ya no hay buses ni taxis que la puedan llevar hasta este sector.
Son dos líneas, 10 y 11, las que pueden dejarla a escasos metros de su vivienda, pero ambas se retiran temprano, según la mujer.
Algo similar ocurre con algunos residentes de sectores como la cooperativa de vivienda 20 de Febrero, pues hasta este sector tampoco se puede llegar pasadas las 18h00 porque los buses ya no llegar hasta el lugar.
Esta situación, aunque genera malestar, es comprendida por muchos usuarios del transporte urbano, quienes indican que por la inseguridad ya no hay “buses ni taxis” que nos quieran llevar.
Un taxista que reside en un sector urbano de la ciudad confiesa que su hijo fue atacado por delincuentes hace varios meses, el conductor dice que su hijo está vivo de milagro, pues varias balas impactaron la unidad y la que impactó a su vástago no comprometió órganos vitales.
Desde aquel suceso, este chofer y su hijo evitar transitar por ciertos sectores de la urbe, sobe todo en la noche.
Tanto choferes como ciudadanos en general piden más seguridad para poder movilizarse con tranquilidad por la ‘Ciudad del Río’, donde el comercio se extingue a las 18h00.
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