Quevedo. Aunque por circunstancias de la vida no viven juntas, Nidia Antonia De La Cruz, de 46 años, y su hija Nidia Thays Bustamante De La Cruz, de 19, comparten un lazo especial, no sólo como madre e hija, sino también como compañeras en la carrera de Ingeniería en Agroindustrial. Ambas son estudiantes de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo.
¿Cómo surgió la idea de estudiar juntas la misma carrera?
Madre: Cuando quedé embarazada de mi primer hijo dejé mis estudios, y luego ya no pude retomarlos por falta de tiempo y recursos. Siempre tuve el anhelo de volver a estudiar y alcanzar mi meta de ser una profesional. Y ahora que ya mis hijos están grandes he visto la oportunidad de seguir superándome aprendiendo cosas nuevas; y cuando mi hija me comentó que quería estudiar la misma carrera que yo, decidí apoyarla también y embarcarnos juntas en este reto.
Hija: Sí, siempre me ha gustado el campo y combinarlo con la elaboración de productos, y cuando mi mamá decidió estudiar esta carrera, me di cuenta de que también era algo que me apasionaba y decidí unirme a ella.
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¿Cómo ha sido su experiencia estudiando juntas?
Madre: Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Hemos aprendido mucho una de la otra y nos hemos apoyado mutuamente en todo momento. Mi hija y yo no vivimos juntas, ella vive con su papá y yo vivo en una finca con mi actual pareja y mi otro hijo, pero aprovechamos de vernos de lunes a viernes en clases y compartir como compañeras y madre e hija a la vez.
Hija: Sí, ha sido una gran oportunidad de fortalecer nuestra relación, trabajar juntas para lograr nuestros objetivos. Además, me gusta mucho saber que, a pesar de que tengo a mi mamá en mi misma clase, no es impedimento para poder relacionarme con las demás personas, es decir, ella me deja ser yo, y compartir con mis amigos. Es más, ella es más sociable y tiene más amigos que yo (risas), y se ha ganado el respeto y cariño de todos los compañeros.
Madre: Sí, la verdad es que yo me considero alguien muy sociable y considero que no tengo problema a la hora de hacer amigos, me adapto a las circunstancias y en este caso a las edades. Mis compañeros me tratan con respeto y cariño, y hasta me dicen ¨Mami Nidia” (Risas).
¿Cuáles son los mayores desafíos que han enfrentado estudiando juntas?
Madre: El mayor desafío ha sido la diferencia de edad y las distintas formas de aprendizaje. A veces yo necesito más tiempo para entender las cosas y mi hija aprende más rápido, pero ella siempre me apoya para superar estos desafíos. Además, los docentes, que son también más jóvenes que yo, son de mucha ayuda cuando algo se me dificulta en la entrega de mis tareas.
Hija: Es verdad, también ha sido un reto encontrar tiempo para estudiar y equilibrar nuestra vida familiar y académica. Por ejemplo, yo soy quien le recuerda hasta qué fecha se debe entregar las tareas a mi mamá, ya que por su trabajo a veces no le da el tiempo de estar pendiente.
¿Cuáles son sus planes a futuro después de terminar la carrera?
Madre: Mi plan es seguir aprendiendo y formándome en el campo de la agroindustria, y luego hacer una maestría en Agronomía, para ser docente universitaria porque tengo mucha vocación para enseñar.
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Hija: Yo también quiero seguir aprendiendo y trabajar en el campo de la agroindustria, emprender mi propio negocio de chocolatería, contribuir al desarrollo y crecimiento de mi comunidad y mi país.
¿Qué consejos les darían a las personas que han aplazado sus estudios?
Madre: Tanto a jóvenes como adultos: ¡Nunca es tarde para estudiar! Sí se pueden retomar los estudios a cualquier edad, siempre que uno quiera y se proponga terminar lo que empezó. Estudiar y prepararse es una muestra de amor propio que debemos tener muy en claro. Es una experiencia única que fortalece el desarrollo personal.
Hija: Los únicos responsables de lo que nos pasa somos nosotros mismos, todo lo que uno quiere y se propone hacerlo lo puede lograr, los limites solo están en la mente. Mi consejo para las personas que han aplazado sus estudios, por cualquier motivo que sea, es que siempre pensemos en nuestro futuro, en nuestro crecimiento como profesionales y como personas, y si sientes que tienes algo pendiente por hacer, hazlo, cumple ese sueño, al final nadie se va a sentir más feliz y realizado que tú. (UTEQ)
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