“Nosotros somos bien mocacheños, somos bien montuvios”, dice Lorena Zambrano en medio de un encuentro deportivo realizado en el sector 24 de Mayo en el cantón Mocache.
Lo afirma con tanta pasión que hace que la piel de los presentes se erice y su pecho se hinche de orgullo.
Y es que previamente se le había consultado el motivo por el cual había un cerdo amarrado cerca de un arco deportivo y agregó que ese era el premio mayor de quien saliera ganador en el cuadrangular de fútbol que se realizaba.
Esto nos hizo regresar en el tiempo, tiempo en el cual nuestros padres nos llevaban de la mano hasta los barrios populares para disfrutar de los juegos tradicionales, propios de la etnia montubia, en donde los niños nos subíamos al palo encebado, otros participaban del juego del trompo; mientras que los adultos jugaban al gallo descabezado.
¡Qué tiempos! Bueno… En el cantón Mocache sus habitantes se niegan a dejar morir esta tradición por lo que realizan estas actividades en los diferentes sectores para encontrarse con amigos, familiares o compañeros.
Las risas, los gritos, la música, todo se mezcla en ese momento de diversión donde las penas, problemas o preocupaciones se alejan.
Para Juan Guerrero, ser mocacheño es motivo de orgullo por eso nunca deja botado su machete.
Mientras que para don Rodolfo Peña ser mocacheño es ser valiente, audaces, capaz y sobre todo luchador. “Nosotros nos dejamos morir de hambre, tampoco de pena”, dice mientras se ríe con su ‘gallada’.
Para los mocacheños la alegría y la felicidad la tienen al alcance de sus manos, por eso no le tienen miedo a nada.
“Nosotros somos gente de bien, gente luchadora y trabajadora”, resalta desde otro lugar Margarita Cifuentes quien se incluye en la conversación para decir: “ponga ahí: los mocacheños son cosa seria” y suelta una risa.
En conclusión los mocacheños viven su vida feliz disfrutando del momento, compartiendo anécdotas, pero sobre aferrándose a sus costumbres sin permitir que la tecnología les gane.