Eran las 15:00 de ayer y una llamada al ECU-911 alertaba que en el interior de la Universidad Autónoma de Los Andes (Uniandes), ubicada sobre la vía a Valencia, una persona desconocida había dejado una bomba.
Esto hizo que agentes de la Policía Judicial, Dirección General de Inteligencia, Grupo de Operaciones Especiales y otros uniformados arribaran al lugar para empezar a evacuar a los estudiantes.
Más de 100 alumnos fueron evacuados a la cancha de la institución; mientras que las puertas de acceso fueron cerradas para evitar el ingreso de más personas, o la salida de algún posible sospechoso.
De a poco hasta el plantel llegaban los padres de familia para verificar lo que ocurría, ya que a través de los teléfonos móviles fueron notificados del suceso por sus propios hijos.
Dos horas llenas de hermetismo y tensión fueron las que vivieron en la parte de afuera de la institución superior. Unos policías entraban, revisaban carros, maceteros y bancas. Llamaban por radio y nuevamente salían. Otros con equipos especiales buscaban todo objeto que podía ser considerado de alto riesgo.
Tras una búsqueda por todo el campus educativo los agentes policiales descartaron que se tratara de una bomba y se relacionó el caso a una falsa llamada.
En ese momento el ECU-911 dio a conocer a los agentes el número telefónico del cual se había realizado la llamada de alerta, por lo cual se inició un rastreo satelital. Se busca dar con el paradero del causante de la conmoción, quien, a decir de los uniformados, estaba cerca del perímetro universitario.