En un día marcado por la tristeza y el recuerdo, el Ecuador llora la pérdida de una valiente guerrera: Paola Roldán. Este lunes 11 de marzo, Paola nos dejó debido a complicaciones con su salud, pero su legado perdurará por generaciones.
Paola Roldán fue mucho más que una mujer corriente. Su incansable lucha por la despenalización de la eutanasia en el Ecuador la convirtió en un símbolo de valentía y determinación. Su dedicación y esfuerzo no solo cambiaron leyes, sino que cambiaron vidas.
«Paola murió en paz y rodeada de su familia íntima», compartió su padre, Francisco Roldán Cobo, visiblemente conmovido. Reconocida como la mujer del año por varios medios de comunicación digitales y homenajeada por la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), Paola dejó una marca indeleble en la sociedad ecuatoriana.
Su padre, al recordarla, la describió como una guerrera, una mujer valiente que luchó incansablemente por aquellos que no tenían voz. Su batalla por la legalización de la eutanasia en Ecuador no solo fue un acto de coraje, sino también de compasión y empatía hacia aquellos que sufren.
«Les amo»
Las últimas palabras de Paola, un simple «Les amo», resonarán en los corazones de quienes la conocieron y admiraron. A pesar de haber perdido la voz tres días antes, encontró la fuerza para expresar su amor a sus seres queridos, dejando un último ejemplo de su inquebrantable espíritu.
Hoy, mientras se llora su partida, también se celebra su vida y su legado. Paola Roldán deja un país transformado, un país donde la compasión y el respeto por la autonomía de cada individuo prevalecen.
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Descansa en paz, querida Paola. Tu luz seguirá brillando en cada vida que tocaste y en cada corazón que inspiraste. Tu legado perdurará como un faro de esperanza y cambio en nuestro amado Ecuador.