Quevedo. El incremento de las temperaturas y la exposición prolongada al sol representan riesgos significativos para la salud y la movilidad de los ciudadanos.
El testimonio de Rosa Acosta ilustra los desafíos que enfrentan las personas, especialmente aquellas con responsabilidades médicas o familiares.
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Doña Rosa, habitante de Quevedo, brinda un testimonio conmovedor sobre los desafíos que enfrenta al intentar salir a la calle durante los días de intenso sol.
«Salir a la calle se ha vuelto una tarea casi imposible, especialmente cuando debo llevar a mi hija a sus citas médicas», comparte doña Rosa.
A pesar del riesgo para la salud tanto propia como de su bebé, se ve obligada a enfrentar el agotamiento y la exposición al sol para no descuidar los controles médicos vitales para el bienestar de su familia.
El aumento de las temperaturas, junto con la frecuencia de las olas de calor, es un fenómeno que está en constante crecimiento.
Este incremento se atribuye principalmente al calentamiento global, con el aire atmosférico experimentando un aumento gradual de temperatura, según informa el Instituto Nacional de Meteorología (Inamhi).
Esta institución advierte que, la tierra está enfrentando lo que se ha denominado una «triple crisis planetaria», que abarca la alteración del clima, la pérdida de la naturaleza y la biodiversidad, así como la contaminación y la acumulación de residuos.
En vista de esta situación, es crucial tomar medidas tanto a nivel individual como colectivo para mitigar los impactos del calor extremo y proteger la salud y el bienestar de toda la comunidad