El tercer título de la Liga de Campeones de forma consecutiva llegó este sábado para el Real Madrid.
Y qué mejor para la victoria 3-1 del club español ante el Liverpool que el haber quedado enmarcada por uno de los goles más espectaculares que se hayan visto en las finales de la Champions.
Miles de aficionados en el Estadio Olímpico de Kiev y millones de televidentes en el mundo vieron al galés Gareth Bale elevarse y convertir de chilena el gol con el que el Real Madrid abrió el camino al título.
Ese tanto de Bale y dos garrafales errores del portero del Liverpool, Loris Karius, decidieron el partido.
Y es que apenas empezado el segundo tiempo, el arquero alemán quiso dar un pase con las manos a su derecha, pero Karim Benzema metió la pierna y el balón lentamente llegó hasta el fondo de la red.
Un increíble error que daba el primer gol para el Real Madrid al minuto 50.
Luego vino otra pifia de Karius imperdonable al 82′, cuando un tiro potente pero controlable de Bale, desde fuera del área, no pudo ser controlado por Karius y se le escapó entre las manos.
Una doble celebración para Bale que no inició el partido, pero fue el jugador de recambio clave en una noche en la que Cristiano Ronaldo pasó desapercibido.
El Liverpool había conseguido el empate momentáneo al 54′ cuando Dejan Lovren remató de cabeza en un tiro de esquina y el senegalés Sadio Mané desvió la pelota para anotar el gol.
Pero el golazo de Bale y el segundo error de Karius acabaron con todas sus esperanzas.
El Real Madrid es campeón de la Liga de Campeones de la UEFA por tercera vez consecutiva.
LAS LÁGRIMAS DE SALAH
El primer tiempo estuvo marcado por el drama de las lesiones.
El Liverpool había iniciado mejor, con llegadas el doble remate del Liverpool al 23′, primero con un derechazo de Roberto Fimino de media vuelta y un segundo disparo de Alexander-Arnold, bien atajado por el arquero Keylor Navas.
Pero todo cambió minutos después, cuando el jugador estrella del Liverpool, Mohamed Salah, sufrió una lesión en el hombre en un encontronazo con Sergio Ramos.
Aunque el egipcio intentó seguir, cayó al césped y no pudo contener las lágrimas de impotencia por tener que abandonar el partido.
El Madrid también vio el llanto en uno de los suyos: Dani Carvajal se lesionó al disputar una pelota en el fondo del campo y quedó fuera de la final.