Un trágico incidente ha desencadenado una fuerte controversia en la ciudad de Guayaquil, después de que un joven de 26 años, identificado como Wladimir, perdió la vida tras un enfrentamiento con la policía.
El joven había sido herido por disparos durante una operación para recuperar una motocicleta robada y sus familiares acusan a las autoridades de no haberlo llevado con la debida celeridad a un centro médico.
El conflicto comenzó cuando un joven denunció a la Policía el robo de su motocicleta, señalando que varios sujetos le exigían dinero a cambio de devolverla.
En respuesta, los uniformados se dirigieron al lugar y localizaron a los sospechosos. Según el informe policial, al notar la presencia de los uniformados, los delincuentes comenzaron a disparar para evadir la captura.
Durante el tiroteo, Wladimir resultó herido con un disparo en el glúteo. La policía confirmó que fue trasladado en un patrullero al lugar donde había sido herido, antes de ser llevado a un hospital.
Sin embargo, los familiares del fallecido alegan que la demora en recibir atención médica fue un factor crucial en su muerte, asegurando que no fue trasladado de inmediato a un centro de salud y murió desangrado.
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“Le dieron un tiro en el glúteo y lo dejaron desangrar. Lo tuvieron en el patrullero en el mismo sector donde fue herido en lugar de llevarlo rápidamente al hospital”, comentó un familiar de Wladimir.
Ella y otros allegados sostienen que no había pruebas suficientes para vincular a Wladimir con el robo y piden una investigación exhaustiva sobre el manejo del caso por parte de la Policía.
Por su parte, las autoridades policiales confirmaron que Wladimir tenía antecedentes por robo, lo que añade una capa de complejidad al caso.
La muerte del joven ha suscitado un intenso debate sobre los procedimientos de la Policía y la responsabilidad en la atención médica de los heridos en situaciones de emergencia.