Un niño de solo 10 años, Derlis de la Cruz, perdió la vida de manera brutal e injusta mientras disfrutaba de un viaje con su padre en la vía El Empalme-Balzar.
Derlis, quien había desarrollado una profunda pasión por el oficio de camionero gracias a su padre Omar de la Cruz, se encontraba en un viaje especial en el vehículo de carga familiar, cubriendo la ruta Guayaquil-Quito.
Derlis y Omar, oriundos de Alóag en el cantón Mejía, Pichincha, se disponían a disfrutar de unas jornadas juntos en carretera, como solían hacer en sus días libres.
La felicidad y emoción del pequeño por conocer nuevos lugares y pasar tiempo con su padre se convirtieron en un recuerdo doloroso cuando la tragedia golpeó en la vía El Empalme – Bazar.
En un acto de violencia indescriptible, cuatro delincuentes cerraron el paso a su camión y comenzaron a disparar con la intención de robarles.
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Uno de los disparos alcanzó a Derlis directamente en el corazón, causando su muerte instantánea.
Omar, devastado por la pérdida de su hijo, compartió su dolor con una profunda tristeza: «Una de las balas le impactó directamente en el corazón de mi hijo».
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Este incidente no solo ha truncado la vida de un niño inocente, sino que también ha dejado una marca imborrable en la vida de su padre, quien solo quería compartir momentos especiales con su hijo.
La comunidad de Alóag, junto con el resto del país, se une en el dolor y la consternación por la pérdida de Derlis, un niño cuyo amor por la aventura y la compañía de su padre se vio arrebatado por un acto de brutalidad sin sentido.