En una velada cargada de emoción y excelencia, la Catedral Nuestra Señora de la Merced en Babahoyo se transformó en un escenario de ensueño acogiendo a la Orquesta Sinfónica de Guayaquil. En un evento organizado por la Prefectura de Los Ríos junto a la Diócesis de Babahoyo, la música clásica llenó el aire, uniendo corazones y celebrando la cultura.
Por primera vez, la totalidad de la orquesta, con más de 85 artistas entre músicos y técnicos, bajo la dirección de la destacada Victhoria Pérez, ofreció un concierto magistral. La noche fue testigo de la presencia del prefecto Johnny Terán; el Obispo de Los Ríos, Monseñor Skiper Yánez Calvachi; y la Directora Ejecutiva de la Orquesta, Patricia Quimís.
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El prefecto rindió homenaje a la maestría de Victhoria Pérez con un reconocimiento y un obsequio floral, marcando un momento de profunda admiración y respeto hacia el arte.
El repertorio, interpretado por los 92 músicos de la Sinfónica, fue un viaje musical a través de géneros y épocas. Desde la épica «Star Wars Main Title» de John Williams hasta «Morning Mood» de Edvard Grieg, pasando por clásicos como «El barbero de Sevilla» de Rossini y joyas latinoamericanas como «Tico Tico no fubá» y «Cumbia chonera», el público vivió una experiencia inolvidable que mezcla lo clásico con lo popular.
Con 75 años de historia, la Orquesta Sinfónica de Guayaquil no solo reafirmó su estatus como un pilar de la música sinfónica en Ecuador, sino que también acercó la alta cultura musical a la comunidad de Babahoyo, fortaleciendo la identidad cultural de la región de Los Ríos.
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El concierto, fue una celebración del arte, un testimonio de la pasión por la música y un recordatorio del poder unificador de la cultura. Los asistentes se fueron con el corazón lleno de melodías y el espíritu elevado por la belleza de la música sinfónica.