“La congoja abate el corazón del hombre, pero una buena noticia lo alegra” (Proverbios 12:25).
Aquella mañana me presenté en la entrada del inmenso edificio acompañado de un joven colportor. El chico había concertado una ponencia que yo presentaría ante empleados de una de las empresas más importantes de México. Uno a uno fueron llegando los asistentes. Empecé hablando sobre la importancia de tener una actitud positiva y la forma en la que esta afecta la vida. Poco a poco, los rostros de las personas empezaron a cambiar. Las caras largas se tornaron sonrientes. Fue una charla muy amena. Al final, presentamos los libros cristianos que ofrecían esperanza y daban pautas para enfrentar los problemas de la mejor manera. La gente se interesó mucho en ellos. Se me acercaron varios de los presentes llenos de emoción, asegurándome que nunca habían escuchado algo semejante. Incluso hubo quien derramó algunas lágrimas con profunda gratitud. Por momentos, yo no daba crédito a lo que escuchaba. Tal vez, el hecho de convivir a diario con las promesas de las Escrituras me hacía pensar que el resto de las personas también tiene una experiencia similar. ¡Pero no es así! La mayoría solo escuchan noticias frustrantes, negativas y pesimistas; para ellas no existe la esperanza ni la posibilidad de un mundo mejor. Al abandonar el lugar, comentamos con el joven colportor lo mucho que valoraban las personas unas cuantas palabras de ánimo.
En este mundo estamos rodeados de malas noticias y mensajes negativos. Cada día, se nos recuerda lo mal que vestimos, lo lejos que estamos de los modelos de belleza física y los escasos recursos con los que contamos para vivir cómodamente. Los noticieros informan de guerras, desempleo, fraudes y violencia por todas partes. ¿Dónde hay una buena noticia? ¿Quién tiene un mensaje positivo para enfrentar la vida con una buena actitud?
La palabra “evangelio” significa “buenas nuevas”, es decir, “buenas noticias”. Es un mensaje que conlleva optimismo y esperanza. Por eso, no hay que presentarlo de manera negativa, fatalista o prohibitiva. ¡Es un mensaje que alegra el corazón! Además, quienes han aceptado el evangelio han de mostrar al mundo dichos efectos positivos en su vida. No obstante, a veces algunos cristianos se dejan llevar por las tendencias pesimistas de este mundo y se ven atrapados por la congoja, la tristeza y el derrotismo.
Hoy ruega al Señor que te ayude a comprender la bendición de recibir el evangelio en tu vida y a que tus palabras sean una fuente de alegría para quienes te rodean.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
¡RENUÉVATE!
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018