Ecuador anunció este jueves su salida de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en respuesta a la crisis humanitaria en Venezuela y al consecuente éxodo de venezolanos que, requiere a su juicio, «una solución de todas las naciones» de la región.
«Ecuador no continuará su participación dentro del ALBA», afirmó el ministro de Exteriores, José Valencia, en una comparecencia ante los medios en la que explicó que con ello su país quiere «reforzar» la búsqueda de una solución al problema de Venezuela.
Explicó que su Gobierno mantiene «una posición de principios» y que esta no se alinea con los de «ningún grupo en particular en la propuesta de que el problema de los venezolanos sea resuelto entre ellos, en el marco democrático».
«La decisión de la salida del ALBA es una decisión firme del Ecuador, que busca ratificar la independencia de nuestro país en su accionar general en la política regional», agregó Valencia.
Valencia afirmó que el gobierno de Ecuador está «frustrado» por la falta de voluntad del presidente Nicolás Maduro para solucionar esta problemática migratoria. Y es por esto que decidió retirarse de la organización regional impulsada por el fallecido mandatario Hugo Chávez, y a la que se adhirió en 2009.
ALBA nació como un mecanismo para la cooperación de los países de América Latina y el Caribe basado en la solidaridad y en la complementariedad de las economías nacionales, en una alternativa al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) impulsada en su momento por Estados Unidos.