“Si el país anda mal, abundan los caudillos; pero el hombre sabio y prudente le da estabilidad ‘(Proverbios 28:2)
Eli era el sumo sacerdote del pueblo de Israel en la época de los jueces. Pero su liderazgo era sumamente cuestionable debido a que sus hijos, ambos sacerdotes, habían montado una red de corrupción en torno al santuario, a los ojos del pequeño Samuel, quien miraba horrorizado la falta de respeto de estos hombres hacia las cosas sagradas. Pero un día, ambos murieron en una batalla contra los filisteos donde el arca del pacto fue capturada; Eli también murió al recibir la terrible noticia.
Durante varios años, el país permaneció en medio de una terrible orfandad política y a merced de algunos caudillos que de vez en cuando se levantaban. ¿Qué hacer para darle estabilidad a la nación?
Años más tarde, el profeta Samuel dio uno de los pasos más relevantes de la historia de Israel: fundó la escuela de los profetas para formar una nueva clase de líderes religiosos. No estaba dispuesto a seguir encubriendo la corrupción de algunos sacerdotes y decidió darle un cambio al tipo de jóvenes que influirían en el pueblo de Dios. Buscó uno de los caminos más eficaces para transformar una sociedad: la educación. Además, intentó acercarse más al desorientado y descuidado pueblo de Dios realizando viajes por todo Israel. El profeta amaba a los hijos de Dios, a pesar de la tozudez y la tendencia de estos hacia la idolatría, la desobediencia y la beligerancia. Deseaba darles lo mejor de sí y convertir su existencia en un canal a través del cual el cariño divino llegara al pueblo hebreo. En realidad, fue Samuel quien pavimentó el camino de esta nación hacia la época más próspera de su historia con los reinados de Saúl, David y Salomón (aunque a este último ya no lo conoció).
Una sociedad educada es más justa y más próspera, ya que sus escuelas le proveen de los líderes necesarios para conducir el país de la mejor manera. Además, crean oportunidades de opinión y conciencia de los derechos y las obligaciones de cada ciudadano, para así no depender de los caprichos del algún caudillo que pretenda perpetuarse en el poder. De ahí, la importancia de invertir en la educación, ya que es la columna vertebral de la estabilidad de una nación.
Si tienes la oportunidad de estudiar, agradéceselo a Dios. Comprométete a dar tu mayor esfuerzo en la escuela y aprovechar el tiempo de la mejor manera. Dondequiera que vivas, tu país espera mucho de ti. Siendo un buen estudiante harás mucho por los tuyos.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
¡RENUÉVATE!
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018