La Enfermedad Inflamatoria Intestinal más conocida como EII es un conjunto de enfermedades que incluye a la Enfermedad de Crohn (EC) y la Colitis Ulcerativa (CU), que afectan al tubo digestivo provocando inflamaciones desde la boca hasta el ano, de manera crónica.
· La Enfermedad de Crohn se caracteriza por la inflamación del revestimiento del tubo digestivo que se extiende internamente por los tejidos afectados.
Está claro que la patología afecta predominantemente al intestino, y se caracteriza porque produce una inflamación crónica, que no tiende a la curación. Por lo tanto, el cuidado profesional y personal que un paciente necesita para su tratamiento en la enfermedad es importante.
Visitar a un médico periódicamente y seguir los lineamientos paso a paso dados por el doctor y el cuidado personal diario permitirá que el paciente tenga un mejor estilo de vida.
Existe una dieta balanceada tanto para pacientes que se encuentran en una fase de reemisión en donde el paciente sufre los síntomas de la enfermedad, así como para los aquellos que sufren de un brote de Crohn; se recomienda lo siguiente[i]:
– En la enfermedad de Crohn hay que tener en cuenta si existen intolerancias a alimentos.
– Llevar una dieta equilibrada y saludable.
– Hacer una dieta suficiente en calorías y proteínas para evitar la desnutrición.
Alimentos a evitar:
– Espinacas, naranjas, embutidos.
– Alcohol, café y picantes.
– Carne roja y embutidos.
– Bollería (pan, donas, etc.).
– Mantequilla y lácteos enteros.
– Alimentos flatulentos: col, coliflor, cereales integrales, bebidas con gas, legumbres con piel (granos).
– Alimentos con sorbitol: caramelos, chicles, bebidas light o zero.
– Cocciones recomendadas: hervido, vapor, microondas, papillote, horno a temperatura baja o moderada.
Alimentos a potenciar:
– Pescado blanco y carnes blancas (incluida la carne magra de cerdo).
– Alimentos ricos en omega-3 tipo EPA: pescado azul.
– Alimentos ricos en betacarotenos: papaya, mango, zanahoria, calabaza.
– Germen de trigo y aguacate por su aporte en vitamina E, C, selenio y zinc.
– Aceite de oliva.
– Bacterias lácticas: en el caso de tolerar los lácteos se puede dar yogur. En el caso contrario lo indicado sería tomar probióticos en forma de complemento.
– Alimentos que aporten quercetina: cebolla, manzana, col lombarda, brócoli.
– Jamón ibérico sin grasa.
– Pan sin gluten.
– Clara de huevo
– Arroz blanco, pasta de arroz y tortas de arroz
– Patata hervida.
– Es importante asegurar una buena ingesta de líquidos para evitar la deshidratación.
La alimentación durante un brote de Crohn se modifica en función de las molestias que sufra cada persona:
De manera general recomendamos:
– Evitar el consumo de fibra insoluble procedente cereales integrales y la piel de las frutas.
– Hacer una dieta sin gluten y sin lactosa (sobre todo si hay diarrea).
– Consumir alimentos que aporten fibra soluble en pequeñas cantidades: dulce de membrillo, manzana y pera hervidas/asadas, zanahoria hervida.
– Evitar los alimentos ricos en grasas. Consumir máximo 1 cucharada de aceite de oliva al día y de baja acidez.
– Facilitar la hidratación del cuerpo ingiriendo: agua, caldo vegetal, té y suero oral.
– Aumentar el consumo de betacarotenos: calabaza, zanahoria, calabacín, mango.
– Tomar probióticos yogur o suplemento.
– Hacer ingestas de poco volumen y espaciadas en el tiempo para facilitar la digestión. Hacer 6 comidas al día.
Existen algunas terapias como los medicamentos que pueden disminuir los síntomas del paciente, así como las cirugías extraen la porción dañada del tubo digestivo y después reconecta las secciones sanas, sin embargo, la enfermedad vuelve a aparecer y suele hacerlo cerca del tejido reconectado.
Takeda es una compañía comprometida en traducir la ciencia en medicamentos que buscan brindar una mejor salud y futuro a las personas con el objetivo de crear conciencia acerca de patologías como el cáncer, las vacunas y las enfermedades gástricas. En el caso de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales recomienda que el paciente aplique las terapias que ayuden a mantener una vida cotidiana en equilibrio y cuide de sus síntomas a través de los cuidados personales como el de la buena alimentación.