El presunto suicidio de un niño de doce años de edad registrado este miércoles en la noche, en el barrio Santa Cruz, en el sur de la urbe ambateña, hace que el número de intentos autolíticos sumen 73 a pocos días que termine el 2018, mientras que el año anterior fueron 62.
El padre del menor habría sido el que lo encontró pasadas las 20:00 de este miércoles colgado con una soga de una palmera en el patio de su casa, quien al ver el cuadro se desesperó y cortó la cuerda para llevarlo al infante hasta un médico cercano al lugar.
No obstante, el médico lo único que comprobó es que había fallecido hace algunas horas, por lo que para el levantamiento del cadáver se trasladó al sector la fiscal Patricia Velásquez.
Los familiares le informaron que el menor aparentemente no presentaba ningún problema porque incluso antes de que se le encontrara muerto estuvo jugando con sus hermanos menores y primos, que incluso fueron a coger capulíes para la abuela.
Añadió que le explicaron que a eso de las 17:00 le comenzaron a buscar porque no se asomaba, que luego fue el papá el que lo encontró ahorcado en el patio de la casa, además que debajo del cuerpo del niño estuvieron colocadas yerbas arrumadas como para poder elevarse.
Velásquez se lamentó de lo sucedido con el niño porque a esa edad debería tener muchas ilusiones y sin más preocupaciones que estudiar, además añadió que será la necropsia la que determinará la verdadera causa de la muerte del infante.
Mientras tanto, el coronel Rommel Navarrete, comandante de la subzona 18 de la Policía Nacional en Tungurahua, informó que entre los siete fallecidos que se registraron en el feriado navideño en la provincia hubo dos suicidios, uno en la parroquia Santa Rosa y otro en el cantón Píllaro, que hasta ese momento se contabilizaban 72 en el año, de acuerdo a las estadísticas de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased).
Señaló que estas fechas (Navidad y fin de año) son proclives para que se registren suicidios, que gracias a Dios hasta el momento no se tiene ninguno al interior de los centros carcelarios porque suelen pasar estos eventos en estos lugares.