Una menor de apenas seis años le quitó la vida de manera accidental a su hermano de ocho años, disparándole en el pecho mientras jugaba con un arma de fuego.
Enrique Bautista, comandante del distrito Calderón, lugar donde ocurrieron los hechos, comentó que se trata de «un caso fortuito que se dio aparentemente por un arma que el padre dejó por descuido».
Según informaciones, el padre de los pequeños quien labora como guardia de seguridad, salió de su domicilio para comprar comida, dejando la pistola encima de la cómoda del dormitorio.
Los menores entraron al cuarto y vieron el arma, y en su inocencia empezaron a jugar cuando de repente se escuchó un disparo que terminó en tragedia.
El arma de fuego fue confiscada para realizar pericias balísticas; mientras que, los progenitores de los menores fueron aislados para investigaciones.