Se narra la fabula de una cigarra que cantaba muy alegremente en un árbol, en pleno canto la cigarra noto que una pequeña hormiga llevaba en sus espaldas un grano de maíz, la cigarra no dudo en preguntarle: Amiga porque no descansas y disfrutas la vida, a lo que la hormiga respondió: debo guardar alimento para el invierno.
La pequeña hormiga estaba consciente que en el invierno no podría recoger alimentos porque escasearían y el frió no se lo iba a permitir. La cigarra en son de burla le dijo: Amiga la vida es para disfrutarla y no malgastarla pensado en el invierno. Cada día la cigarra se burlaba de como la hormiga se esforzaba trabajando esperando el invierno.
Cuando inicio el invierno a la cigarra se le escaseo el alimento y el frió era insoportable, en ese momento la cigarra se acordó de su amiga la hormiga y como ella había guardado alimento para el invierno. La cigarra fue a la casa de su amiga a pedir refugio y pedirle disculpas por haberse burlado de ella, la hormiga no dudo y le dio albergue para pasar el invierno.
Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Santiago 5:8
Esta fabula nos deja una gran enseñanza sobre la paciencia que tuvo la hormiga a los comentarios de su amiga la cigarra. La hormiga se preparo todo el verano para tener alimento durante el invierno y no vivir escasez. Por lo contrario la cigarra no se preparo para el invierno y sufrió hambre y frió.
Ahora comparándolo a nuestras vidas, ¿Nos encontramos preparados para la venida de Cristo? o estamos dejando pasar el tiempo igual que la cigarra.
Como cristianos cada día debemos estar preparados para su venida, no caer en el pensamiento que él tardara en su venida.
Pidámosle a Dios nos de esa virtud de la paciencia y no desesperarnos o dejarnos llevar por los comentarios de los demás, si no pacientemente esperar su venida y nos conceda el estar preparados.
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