La presidenta del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Quevedo, Lorena Rojas, indicó que en las últimas semanas existe un rebrote de Covid-19 por la celebración del Día del Padre.
Esto “se debe a la desobediencia de la población quevedeña”, quienes no acatan las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento social y el uso debido de la mascarilla, desafiando al coronavirus en las calles.
Gente en mercados abarrotados, personas haciendo compras con niños, jugando vóley, paseando, conversando muy cerca y sin ninguna restricción, es lo que verificó el COE en un recorrido.
Por lo que las autoridades reconocieron que cada vez es más difícil hacer respetar las normativas y que la ciudadanía no recepta los mensajes de una buena manera. “Ellos son personas libres y adultas y no quieren ser cuidados”, dijo Rojas.
La mañana de ayer, 16 de julio, también se pudo constatar la masiva presencia vehicular, carros con placas pares e impares circulaban como si fuera un día común y corriente, frente a varios vigilantes.
Contagios
La funcionaria informó que la curva de contagios está moderada, pero eso no significa que las muertes y los positivos hayan terminado. La ciudad contabiliza actualmente 502 casos y más de 300 muertes, entre sospechosos y positivos.
En relación a los hospitales indicó que es una situación preocupante. “La capacidad hospitalaria estaba en un 50%, ahora estamos prácticamente al 100%, aunque eso no quiere decir que hay colapso, solamente estamos ‘full’ en el tema de la atención hospitalaria (Covid-19)”, puntualizó.
La población quevedeña está consciente de la situación, pero justifica que tienen que salir a laborar para no perder la economía. Algunos indicaron que la ciudad no está preparada para pasar a un semáforo verde como el cantón Urdaneta y otros argumentaron que “hace tiempo que tiene ese color”. (EHL)