La mayoría de quevedeños en algún momento han disfrutado de los deliciosos sánduches de chancho “Pate Palo” ubicado en la Av. 7 de octubre junto a “Servipagos”.
Óscar Arturo Palacios de 62 años de edad es el creador de este gran emprendimiento que, gracias a su buena sazón con los sánduches, ha podido deleitar el paladar de cada uno de sus clientes.
Don Óscar llegó desde Manabí para instalarse en Quevedo en 1974, desde entonces empezó su arduo trabajo, preparando sánduches en un reconocido soda bar de la ciudad en el año 1976-1988.
Después de su salida en dicho negocio, siguió laborando, pero esta vez para el cuartel de los Militares en 1991 donde brindó sus servicios durante 2 años.
Al finalizar su labor en el cuartel, recibió una liquidación de medio millón de sucres, los cuales supo aprovecharlos para así lanzar su emprendimiento. “Siempre quise tener mi propio negocio, pensé en qué podía invertir mi dinero y como tenía experiencia en la elaboración de sánduches, entonces decidí abrir mi primera carreta en la calle Décima Primera”.
“Estuve pensando que nombre ponerle a mi carreta, es ahí cuando decidí llamarlo Pate Palo ya que en algún momento trabajé con un señor que le decían así y por medio de él, también me otorgaron dicho apodo” manifestó Óscar.
Hoy en día “Pate Palo” es un negocio netamente familiar, debido a que sus hijos aprendieron el arte de preparar estos deliciosos sánduches, logrando abrir algunas sucursales dentro y fuera de Quevedo.
Agregó que el Presidente de la Asamblea, César Litardo, le otorgó un reconocimiento por haber ganado el segundo lugar en la famosa feria “Cuchara Brava” la cual se realiza anualmente en la ciudad.
Además de vender sánduches de chancho, también cuenta con la venta a domicilio de piernas de cerdo hornadas a leña. Nos dio a conocer que durante la pandemia sus ventas bajaron, pero siguió luchando con la ayuda de su familia para mantenerse estable.
“Me siento muy agradecido con Quevedo, me dio mi negocio, mi hermosa familia, he podido mantener absolutamente todo gracias a la venta de mis sánduches, además el apoyo que siempre me han dado, simplemente no puedo pedir más ya que tengo todo lo que siempre soñé”. (SAC)