José Gregorio Hernández Cisneros, nació en Isnotú, estado Trujillo, Venezuela, el 26 de octubre de 1864. Gregorio, fue un médico, científico, profesor y filántropo de vocación religiosa católica y franciscano seglar venezolano.
Fue el mayor de seis hermanos, hijo de Benigno María Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mansilla quién falleció en 1872, cuando Gregorio tenía ocho años. A los 13 años de edad, le dijo a su padre que quería estudiar derecho, sin embargo, lo convenció para que estudiara medicina, a lo cual él aceptó.
En noviembre de 1891, Hernández comenzó su actividad como docente en las cátedras de Histología Normal y Patológica, Fisiología Experimental y Bacteriología, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), convirtiéndose en el fundador de ambas.
Durante la pandemia de gripe de 1918 en Venezuela donde fallecieron aproximadamente 25.000 personas, José Gregorio Hernández estuvo muy activo dando atención a los enfermos en Caracas.
El 29 de junio de 1919 en horas de la tarde, José Gregorio Hernández salió a la esquina de Cardones a atender a una enferma, pero no pudo llegar porque fue atropellado. El Doctor Hernández cayó golpeándose la cabeza contra el filo de la acera, lo que ocasionó una fractura en el cráneo.
Fue llevado al Hospital Vargas, pero no había ningún médico, donde poco después fallece. Su acta de defunción detallaba que además de la fractura de la base del cráneo certificada, tenía una ligera herida en la sien derecha, y un morado en la misma sien. Así mismo, las señales del golpe contra el poste de hierro era el brote de sangre por la nariz y la boca, más arriba de las rodillas tenía un franja de morada en ambas piernas.
Varios años después de su muerte, en 1949, la Iglesia católica comenzó el proceso de canonización para designarlo santo. En 1986, el papa Juan Pablo II reconoció sus virtudes heroicas y lo declaró «venerable». El proceso se renovó el 18 de enero de 2019, luego de un milagro atribuido por la Iglesia católica a Hernández en San Fernando de Apure, en el que una niña se recuperó de una herida de bala.
‘El doctor de los pobres’ es venerado en su país natal Venezuela, pero también en Colombia y Ecuador. A Gregorio se lo recuerda todos los 27 en el templo donde se encuentra el cuadro dedicado al futuro santo; lleno de cartas, estampas, velas de colores y personas orando con fe para que su pedido vinculado a la salud, se cumpla.
Hay varias anécdotas de milagros y sanaciones, entre esas la de Martha Béjar, presidenta de la Agrupación Cívica Social y Cultural de Urdesa (Guayaquil) que relata que gracias a la fe hacia el futuro beato, logró quedar embarazada.
Martha expresó que no es la primera vez que ella o su familia es bendecida, cuenta que su madre Isabel Portilla de Béjar, se curó milagrosamente de un tumor que tenía en la yugular.
Los restos del médico José Gregorio Hernández, fueron exhumados el lunes 26 de octubre de 2020, mediante una ceremonia cerrada en una iglesia del centro de Caracas como parte de las exigencias del Vaticano para la beatificación. El papa Francisco autorizó la beatificación el 19 de junio del 2020.
Celebro junto a toda Venezuela, con alegría y orgullo patrio, el natalicio de nuestro Santo, el Dr. José Gregorio Hernández. Un hombre humilde de espíritu elevado, que sigue acompañando al pueblo más necesitado que encuentra en él, una fuente infinita de amor y esperanza. pic.twitter.com/jX5TIlYmQm
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) October 26, 2020
Celebremos unidos y con fe este paso en el camino del siervo de Dios a los altares.
El Dr. José Gregorio Hernández es ejemplo de amor y servicio. Representa a ese venezolano que con su trabajo ayudó a los más necesitados. Un abrazo y reconocimiento a toda la familia católica. https://t.co/WUJifdvZTH
— Juan Guaidó (@jguaido) October 26, 2020