Un debate presidencial es una actividad democrática que permite al electorado conocer las propuestas de los aspirantes al sillón principal. En Ecuador se realizaron tres debates que un poco incidieron en la intención del voto.
Hay que tomar en cuenta que siendo un ‘año pandémico’, los actores políticos enfrentan a un electorado menos ideologizado, más escéptico y desconfiado para las urnas.
Opiniones
El ciudadano Raúl Guillén estuvo al tanto del último debate que organizó el Consejo Nacional Electoral (CNE). Para él, quienes más sobresalieron con sus propuestas fueron: Yaku Pérez (Pachakutik) e Isidro Romero (Avanza).
“Me gustó porque Isidro Romero plantea la cadena perpetua a todos los violadores de niñas. Está buena esa propuesta. En cambio, Yaku Pérez quiere meter preso a todos los corruptos”, dijo, sin embargo comentó que aún sigue indeciso.
Mientras que su compañero, Adolfo Quiroz, manifestó que su decisión está inclinada al bando correísta, es decir, a Andrés Arauz (Centro Democrático). “Toda mi familia le gustó la actuación”, añadió.
Para Witson Plúas, de los 16 participantes en el debate, sobresalió la actuación de Isidro Romero (Avanza) por su tenacidad en responder las preguntas.
“Más centrado estuvo Isidro Romero, no quiere imponer presión al pueblo, dijo que así como Correa trabajó, así va a trabajar, que él no está en contra de ningún partido, que sólo quiere trabajar y eso es lo que se debe hacer”, dijo, afirmando que seguirá analizando a los demás aspirantes.
Para Carlos Gómez hubo preguntas direccionadas para ‘hacer caer’ al candidato Andrés Arauz, “pero eso sólo demostró que está bien preparado para los ataques”, dijo.
Como presidente barrial considera que faltaron propuestas para trabajar junto a las asambleas barriales y evitar así la hambruna que se vive a propósito de la pandemia. “Queremos lo mejor para el futuro y el Ecuador”, finalizó. (I)