En marzo de 2020, Cinthya C., de 27 años, fue notificada de que el medio de comunicación en el que laboraba suspendería sus actividades. En el momento le dijeron que «después la llamarían»; sin embargo hasta fecha no ha habido ningún pronunciamiento de los representantes de la empresa. Ella manifestó que tuvo un mal presentimiento ante la noticia inesperada, y que por eso aprovechó ese día la suspensión de las actividades para tomar sus pertenencias que tenía en oficina y llevarlas a su casa.
Cinthya recordó que la pandemia y su situación laboral le afectó mucho, llegando a presentar ansiedad por un tiempo. Durante los meses de confinamiento tuvo que utilizar todos sus ahorros, «tengo deudas, de lo que debo espero ir pagando poco a poco y en eso estoy ahora”, agregó preocupada. Su situación laboral actualmente está en el limbo: «No sé ni qué decir, no tengo un trabajo formal por ahora, los empleadores de la empresa nos perjudicaron mucho a mí, y a mis compañeros de trabajo, no nos pagaron el suelo, horas extras, vacaciones, ni décimo”.
Jamás les explicaron las razones de su despido. Ella y sus compañeros hicieron algunos llamados de atención sobre lo que acontecía en la empresa en que trabajaban, sin embargo, nunca obtuvieron una respuesta… ‘Tuvo que emprender en lo que sea’ Casado, con tres hijos y deudas. En abril de 2020, José M., fue desvinculado de la empresa en la que laboraba por hace más de un año como agente vendedor. “Me dijeron que estaban haciendo recorte de personal, no tenían para pagar sueldos, porque las ventas habían disminuido, que lo lamentaban”, expresó.
Desde ese momento supo que la situación se pondría más difícil, empezó a buscar empleo, dejó su currículum en varios lugares… las respuestas coincidían: “lo llamaremos después”, pero nunca sucedió. Las deudas lo asechaban y su familia tenía necesidades, al entender que nadie lo llamaría, intentó salir a delante realizando servicios a domicilios, vendiendo mariscos, haciendo trabajos en el campo, entre otras cosas.
Todo funcionaba al principio, pero luego iba cayendo, la situación de la pandemia no solo le afectaba a él sino también a los demás, por ende, nada de lo que hiciera le generaba ingreso. Luego de varios meses decidió invertir el poco dinero que le quedaba comprando maracuyá y otras cosas, para luego sembrar en un pedacito de tierra el cual le prestó su suegra. A pesar de todo lo negativo, se muestra optimista, “espero cosechar y obtener algo de dinero para mi familia, a veces trabajo vendiendo productos en mi motocicleta, aunque solo gane comisiones, no es algo de todos los días, por eso sigo buscando trabajo”, agregó José.
Estas historias se repiten en varias ciudades de Ecuador, el empleo de muchos, fue otra víctima de la pandemia, el poder adquisitivo ha disminuido y ahora la mayoría ha creado emprendimientos para poder subsistir. (ALDIA)
¿Qué dicen las estadísticas?
- De acuerdo a los números del INEC, el desempleo pasó de 3,8 % en diciembre del año pasado, a 6,6 % en septiembre de 2020, es decir, un incremento de 2,8.
- ¿Cuántas personas equivalen a ese porcentaje? Según datos del INEC, 522.620 se reportaron como desempleados, en septiembre de este año, es decir 211.486 personas perdieron su empleo comparado con diciembre del año 2019.
- De acuerdo a los números del INEC, el desempleo pasó de 4,9 % en septiembre del 2019, a 6,6 % en septiembre de 2020, es decir, un incremento de 1,7 puntos porcentuales.
- ¿Cuántas personas equivalen a ese porcentaje? Según datos del INEC, 522.620 se reportaron como desempleados, en septiembre de este año, es decir 115.749 personas perdieron su empleo comparado con diciembre del año 2019.