Barcelona tuvo un debut auspicioso en la Copa Libertadores 2021. La noche de este martes 20 de abril, el campeón ecuatoriano venció 2-0 a Santos, por el grupo C del torneo. Los tantos fueron convertidos por Carlos Garcés y un autogol de Pará, repitiéndose la historia de lo ocurrido en la Copa del 2017.
El cuadro canario fue un equipo ordenado, que sorprendió con su planteamiento que combinó precisión, disciplina táctica y ambición. Fue el equipo que dispuso de las opciones más claras de convertir durante el partido, pero que careció de puntería.
En el primer tiempo, Damián Díaz, Michael Hoyos y Carlos Garcés no supieron aprovechar esas chances. Las mejores fueron las que el ‘Kitu’ pateó apenas desviado cuando estaba dentro del área y la que remató sin fuerzo con el golero fuera de su área, pero que el esférico se detuvo por el agua acumulada tras un fuerte aguacero.
Con Nixon Molina como volante mixto (de corte y proyección), Barcelona ganó equilibrio en el medio campo. Aportó en ambas labores con eficacia. Supo tapar las salidas y generó opciones con pases precisos cortos y largos.
Sin embargo, el DT Fabián Bustos ordenó su salida para el segundo tiempo, por una molestia tras una fuerte entrada que recibió. En su lugar entró Sergio López, quien había arrancado de titular en la temporada en la posición que ahora pertenece a Molina.
Lo bueno para Bustos y sus pupilos, fue que la variante no cambió el desempeño ni el orden torero. Así llegó el gol de Garcés, en el minuto 53, tras una gran corrida y asistencia de Emmanuel Martínez, desde la izquierda. El ariete manabita batió el meta con un remate cruzado, sin marca alguna. Ese tanto fue el permio a un equipo que, aunque no tuvo el control completo del esférico, sí administró el ritmo del encuentro ante el actual vicecampeón de América.
La segunda conquista llegó en el minuto 70. Damián Díaz, quien también jugó en cotejo copero del 2017, filtró el balón a Michael Hoyos y este asistió para que el brasileño Pará, en su afán por despejar, ingresar el balón su propio arco ante la entrada de Garcés.
En los minutos finales, Barcelona se replegó con orden, sin dejar espacios ante un rival que lució inofensivo. Incluso, se dio tiempo para tocar y tocar el balón para desesperar a los paulistas, a la espera de que el tiempo llegara a su final.
El encuentro fue casi deja vu de lo que pasó en el 2017, cuando Santos dominaba por lograr la clasificación a las semifinales de esa edición del 2017, pero que terminó en poder de los canarios con el tano de Jonatan Álvez.