El expresidente Sebastián Piñera lideraba este domingo la elección para suceder a la socialista Michelle Bachelet con el 36,67% de los votos escrutados, insuficientes para evitar un balotaje con el candidato oficialista Alejandro Guillier, en segundo lugar.
Con el 81,75% de las mesas escrutadas, la gran sorpresa es el resultado obtenido por la candidata Beatriz Sánchez, del Frente Amplio (izquierda radical), que se encarama con el 20,34% a la tercera posición a solo dos puntos de Guillier, el aspirante de Nueva Mayoría, que obtiene el 22,64%.
Además del resultado inferior a lo esperado de Piñera, el candidato de Chile Vamos (derecha), José Antonio Kast, quien reivindica el legado de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), obtuvo el 7,88% de los votos escrutados.
Le siguen la candidata de la Democracia Cristiana Carolina Goic con el 5,91% y Marcos Enríquez-Ominami (izquierda) con el 5,68%.
Este resultado «reconfigura completamente el paisaje político chileno», dijo a la AFP René Jara, analista de la Universidad de Santiago.
La votación lograda por Sánchez, la candidata del equivalente al Podemos español, le dan un «poder negociador muy fuerte para la segunda vuelta», dice el analista.
Aunque hasta ahora se habían mostrado reticentes para dar su apoyo a Guillier, «están obligados a hacerlo porque si no serán los responsables de una vuelta de Piñera» al poder, agrega.
– Equivocación de las encuestas –
Unos 14,3 millones de ciudadanos estaban citados a las urnas para votar en unos comicios en los que los otros protagonistas de la jornada han sido las encuestas, que se han equivocado totalmente, pues daban a Piñera unas proyecciones muy superiores y a Sánchez muy por debajo de los resultados obtenidos.
Ocho candidatos presidenciales, de ellos seis de centro-izquierda, aspiraban a suceder a la socialista Michelle Bachelet a partir del 11 de marzo próximo en La Moneda.
En el comando de Piñera tratan de minimizar este resultado. «La distancia entre Sebastián Piñera y quien lo sigue, Alejandro Guillier, es similar o equivalente a la distancia que el año 2009 tuvo con el expresidente (Eduardo) Frei», en el que también hubo 14 puntos de diferencia, dijo Ernesto Silva, del comando del expresidente.
«Los días previos a la elección nos habíamos puesto dos metas centrales: la primera lograr pasar a la segunda vuelta, y la segunda, tener una distancia de al menos 10 puntos», aseguró Silva.
– Derecha debilitada –
Para el analista Kenneth Bunker, «la derecha llega débil a la segunda vuelta. Ahora todo se trata de negociaciones entre Guillier, el Frente Amplio y Marcos Henríquez-Ominami».
En el comando presidencial de Piñera, reunido en un céntrico hotel de Santiago, los periodistas todavía no habían podido ingresar y reclamaban por ello.
Sobre los comicios de este domingo, desarrollados sin incidentes relevantes, reinó el fantasma de la baja participación en un país campeón de América Latina de la abstención.
Aunque todavía no hay datos sobre la participación, algunos medios adelantan que se habría situado en torno al 43-44%, lo que explicaría las sorpresas que han deparado las urnas.
En este sentido, se sucedieron los llamados a acudir a las urnas, empezando por el de la presidenta.
«Es importante que la gente asista (a votar), que ejerza su derecho ciudadano y que vote por quien sienta que representa lo que ellos quieren para Chile», dijo Bachelet, que evitó hacer pronósticos sobre la participación.
– Plebiscito a Bachelet –
Con un respaldo de 23% en las encuestas, muchos consideran que estos comicios eran en cierto modo un plebiscito sobre la gestión de la propia Bachelet, que entregó en 2010 el poder a Piñera, rompiendo la hegemonía del centro izquierda desde la recuperación de la democracia en 1990 tras 17 años de dictadura militar.
«Quiero ser el presidente de la unidad, de la clase media, de los niños y de los adultos mayores, de las regiones y del mundo rural», ha dicho el empresario multimillonario con una fortuna de 2.700 millones de dólares, según la revista Forbes, que ha prometido llevar a Chile al pelotón de los países desarrollados en ocho años.
Guillier, tras pasar de puntillas durante casi toda la campaña sobre el legado de Bachelet, al final prometió continuar las reformas que han quedado a medias, como la de la Constitución que data de la época de la dictadura.
«La historia demostrará que se tomaron las decisiones correctas», dijo el candidato oficialista en el cierre de su campaña.
Además de presidente, los chilenos eligieron a 155 diputados y la mitad del Senado (que desde ahora tendrá 43 miembros), en unos comicios en que debutó el nuevo sistema electoral proporcional, el voto en el extranjero y la ley de paridad.
AFP/gc