La historia de la iglesia San Cristóbal se remonta al mes de marzo del año 1963, cuando San Camilo era apenas un pequeño caserío. Allí llegaron un grupo de sacerdotes en su mayoría españoles, quienes forman una brigada de misioneros.
Al llegar a esta ciudad, ellos encontraron campo propicio y gente muy alegre que se unía a ellos para sacar adelante su empresa anunciadora de la palabra de Dios y entre los primeros sacerdotes que dirigían al pueblo estaba José María Guenaga y el padre Eugenio.
Ellos llegaron para inculcar la fe católica, mediante las misas campales, bautizos, comuniones y matrimonios en los cuales incluso se casaron 32 parejas, muchas de ellas ancianas.
La primera ramada construida de caña donde se realizaba con alegría sus ritos religiosos en el colegio República del Ecuador.
Hora de partir
A pesar de esta alegría, la tristeza de los devotos llegó cuando terminadas las misiones los religiosos tuvieron que partir y solo dejándoles en su corazón el recuerdo de sus trabajos y una gran luz encendida que debía seguir adelante.
Allí unos de los compromisos que los habitantes adquirieron fue el de empezar la construcción de una iglesia para la parroquia San Camilo para que se celebren sus fiestas.
Es así que, en mayo de 1963, con ese gran ánimo de cumplir su promesa los sancamileños se reúnen en la casa de Gabriela Díaz, quien vivía junto a la ramada de la primera capilla de los misioneros y comienza las decisiones para construir la Iglesia.
Esa historia siguió creciendo hasta que, en 1971, se iniciaban los trabajos en la construcción de la torre, obra que la lideraba los sacerdotes: Manuel Basurko e Iñaki Aldabalde, de allí en adelante los habitantes celebran las fiesta de su patrono, por la sugerencia de un grupo de choferes. (I)