QUEVEDO.- La Cabalgata de la Confraternidad es un evento equino que se realiza previo a las fiestas de cantonización de Quevedo. Nació hace 17 años por un club de caballistas, amigos aficionados al deporte ecuestre y el mentalizador principal fue el empresario Daniel Manobanda.
Este particular evento recorre las principales calles de Quevedo, llevando centenares de ejemplares, galopando al ritmo de la música que tocan los grupos montados en las chivas, engalanando así las fiestas quevedeñas.
Otra característica particular que tiene la Cabalgata es que no sólo reúne a jinetes de la ciudad, sino que vienen de diferentes puntos de la provincia y de todo el país, incluso muchos de ellos traen caballos de paso fino.
Como es el evento
Los caballistas se reúnen en el Camal Municipal de Quevedo para luego empezar el recorrido en la parroquia San Camilo y centro de la ciudad. Durante la marcha, decenas de personas salen de sus casas para ver el espectáculo, otros toman fotografías y hasta se montan en los caballos.
Los jinetes experimentados que montan sus corceles hacen maniobras para llamar la atención de los espectadores, muchos de los caballos crecieron en sus corrales por lo que les tienen mucho cariño y respeto.
Los caballos se utilizan en las cabalgatas no siempre son de paso fino, sino también criollos y de raza, que nacen de las labores de campo y ganaderas. Sin embargo, lo más importante es como el jinete domina a la ‘bestia’.
Una vez finalizado el evento, todos se reúnen en una recepción para disfrutar de la buena música y gastronomía quevedeña, que vale la pena decir, también es montubia. Este evento se ha vuelto toda una tradición en la ciudad.
Fallecimiento de su mentor
El lamentable fallecimiento de su mentor, Daniel Manobando, no apagó la tradición. El empresario amante de los caballos murió de Covid-19 en el 2020. Era conocido también por estar presente en las obras sociales.
Este 2021, por primera vez, el caballo de Manobanda: ‘Talento de la Arena’ y su sombrero, recorrieron las calles de Quevedo sin su jinete. Sin embargo, la algarabía de las personas hizo notar su presencia.
Los caballistas continuarán con la tradición, pese a la nostalgia que les embarga, quieren seguir con el legado que dejó Manobanda, el empresario amante de los caballos. (I)
- Redacción: Erika Hernández