De la misma manera en que no hay un sólo día para el año nuevo, tampoco son iguales las costumbres, ritos y supersticiones que la gente practica para atraer la buena suerte.
Cuando llega la medianoche algunos visten ropa interior roja, otros rompen platos frente a la puerta del vecino, cocinan pan con monedas, liberan pájaros de sus jaulas o abren todas las puertas de la casa.
Esta es una breve selección de algunas de las costumbres tradicionales para celebrar el año nuevo en distintos lugares del mundo. Muchas de ellas se han perdido con el paso del tiempo, aunque otras siguen vigentes y hacen de esa una noche especial.
¡A recibir el nuevo año!
Bielorrusia: poner una pila de maíz frente a las jóvenes que no se han casado y esperar a que un gallo se acerque para saber quién será la próxima víctima…¡perdón!, la afortunada.
Vietnam: comprar peces de agua dulce y dejarlos en libertad. Limpiar la casa y todos los objetos de cobre y plata, además de hacer todo lo posible por pagar las deudas.
Tailandia: dejar en libertad a los pájaros que están enjaulados.
Noruega: esconder una almendra al interior de un postre de «arroz con leche». Al que le sale la almendra tendrá buena situación financiera.
Tibet: escuchar el gong 108 veces para eliminar las 108 debilidades humanas descritas por Buda. Ofrecer comida a los monjes y poner en la casa luces de colores.
Grecia: cocinar un pastel llamado Vassilopitta y poner una moneda de oro o de plata en su interior. El que encuentre la moneda en su plato será la persona con más buena suerte en el año que viene.
España y partes de Latinoamérica: comer doce uvas después de la medianoche para tener buena suerte todos los meses del año. En algunos países se comen las uvas en la cuenta regresiva justo antes de la medianoche. Vestir ropa interior roja para atraer el amor y amarilla para el dinero. Caminar con una maleta afuera de la casa para que se cumplan los viajes soñados. Colgar muñecos de lana en la puerta de la casa para tener prosperidad. O quemar grandes muñecos para que se vayan con el año que termina.
Finlandia: verter plomo líquido en una vasija con agua fría e interpretar las formas que aparecen cuando el metal se vuelve sólido. Si aparece un cerdo es que habrá muy buena comida y si aparece un corazón… es que habrá una boda. La misma costumbre existe en otros países como Alemania.
Armenia: cocinar un pan especial y poner los deseos en su interior antes de llevarlo al el horno.
Italia: tirar, literalmente, la casa por la ventana. Es decir, deshacerse de todas las pertenencias que ya no se quieren arrojándolas por la ventana.
Escocia: esperar atentamente a la primera persona que toque a su puerta después de la medianoche. Si es una mujer, ni siquiera no abrirle porque puede traer mala suerte. Si es un hombre, eso ya es señal de buena suerte, pero éste individuo debe tener ciertas características: debe ser un hombre atractivo, alto y de pelo oscuro. Pero no sólo eso: el joven no puede tener los pies planos, ni los ojos con estrabismo ni las cejas prominentes que se unen en la frente. También se agradece que no venga con las manos vacías. Idealmente, debería traer carbón, pan y whisky. Sin embargo, hoy en día es buena suerte si alguien viene a saludar y da «el primer paso». Además, abrir todas las puertas de la casa para que se vaya el año viejo y entre el nuevo.
Brasil: comer sopa de lentejas para tener buena salud y celebrar y celebrar y celebrar.
Filipinas: vestir ropa que tenga círculos estampados en la tela. La creencia dice que los círculos atraen dinero. Otra opción es tirar monedas al suelo al momento exacto de la medianoche. Otra alternativa -muy recomendable para los de poca estatura- es saltar, lo más alto posible, para crecer durante el nuevo año.
Pakistán: quemar montones de madera para destruir los males del año que se va.
Rumania: encender una vela y acercarse a un pozo para ver si el reflejo de la llama da alguna señal sobre un posible matrimonio. Si es muy complicado, poner una rama de albahaca debajo de la almohada. (Tradición reservada para las jóvenes)
Bali: llevar las estatuas sagradas al agua para ceremonias de purificación en el último día del año. Caminar hacia las playas o los ríos en grandes procesiones y rezar. Hacer la mayor cantidad de ruido para complacer a los dioses. Pero en el primer día del año, hay que guardar silencio. Tanto así, que hasta los aeropuertos están cerrados.
Laos: tener mucho cuidado porque la Diosa del Año Viejo desaparece el último día del año y deja a las personas sin ninguna protección hasta que llega su reemplazante.
Bélgica: decirle feliz año nuevo a los animales, si usted es un campesino que depende de ellos. En la ciudad, quizás vale la pena expresarle buenos deseos a su perro o a su gato, que probablemente no van a estar muy felices con el ruido de los fuegos artificiales.
Bangladesh: hacer diseños con harina frente a la puerta de la casa y poner en el medio de los dibujos una olla de barro decorada con una suástica roja y blanca, que es un símbolo religioso ancestral. Llenar la vasija con agua bendita, poner un poco de bermellón (mineral en polvo de color rojo oscuro) y agregar un trozo de árbol de mango. La olla simboliza buena suerte para la familia.
Suiza: dejar caer una gota de crema en el suelo para atraer la buena suerte.
Dinamarca: quebrar los platos que están viejos frente a la puerta del vecino para que tenga buena suerte. Si no tiene platos viejos o no conoce al vecino, tiene otra opción: pararse arriba de una silla y saltar justo a la medianoche para tener buena suerte.
Romania: escuchar si los animales de la granja hablan entre ellos. Si lo hacen, es mala suerte. Pero si se quedan calladitos… ¡buena suerte!
Sicilia: comer lasaña para la buena suerte, porque las otras pastas no son recomendables.