La escasez y los altos precios de fertilizantes en todo el mundo impactarán en la producción agrícola del país en los próximos meses y podría provocar aumento de precios en los alimentos a partir del 2022.
La urea es el fertilizante más popular y de mayor uso en el mundo. Su alto contenido de nitrógeno, (en un 46%) permite el crecimiento de las plantas, ayuda en su nutrición y mejora el rendimiento de los cultivos. Este producto se utiliza principalmente en la producción de arroz, maíz, caña de azúcar, cacao, papa, frutales, hortalizas y otros.
Este fertilizante ha tenido un incremento de 69% de entre enero a agosto del 2021. Es decir, en ocho meses pasó de USD 296 la tonelada a USD 502, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE).
Pero las últimas semanas de octubre incluso el precio de este insumo se disparó aún más y llegó a USD 755 la tonelada, con lo cual el incremento desde enero pasado ya suma 155%, según el portal especializado de Mercado Stonex.com.
Pero no solo la urea ha subido de precio. Todos los fertilizantes nitrogenados han tenido un incremento en promedio del 30% con respecto al mismo período del 2020. Es decir, pasó de USD 254 a USD 331, la tonelada, según BCE.
Entre los factores que han incidido en esta situación están menores exportaciones desde los países productores, el incremento del costo de los fletes marítimos y la mayor demanda mundial del insumo.
Pero el que más ha influido es el precio del gas natural. Este derivado es la principal materia prima en la fabricación de productos nitrogenados, pero hoy es un insumo escaso, con lo cual su valor se ha disparado.
En septiembre pasado, dos fábricas de fertilizantes del Reino Unido suspendieron su producción, principalmente por el aumento del precio del gas.
China, a su vez, detuvo la exportación de urea frente a una posible escasez para sus propios cultivos.
El costo del gas natural ha tenido un incremento del 96,5% en los últimos 12 meses, pasó de USD 2,9 a USD 5,8 por millón de unidades térmicas, una medida especial usada para este insumo, según New York Mercantile Exchange.
La mayoría de personas no piensa en los fertilizantes cuando compra o consume un producto, pero estos nutrientes son muy importantes en la producción de alimentos, fibras, flores y más, tanto en cantidad como en calidad.
E. José Encalada, agricultor dedicado al cultivo de banano y cacao, cotizó fertilizantes la segunda semana de octubre en cuatro comercializadoras. En todas ellas, el saco de urea de 50 kilos se vende en el país a un promedio de USD 37,50, USD 5 más de lo que pagó en septiembre. En enero de este año, él compraba este producto en USD 16,75.
“Es una situación crítica porque sectores como el banano, el cacao, el café y otros dependen de fertilizar agresivamente para mantener rendimientos altos”, explica Encalada.
Además, él señala que, por la falta de fertilizantes, la producción en el primer trimestre del 2022 será menor y, por ende, los precios de los alimentos subirán. Además, miles de empleos que dependen de la agricultura pueden ser afectados.
Los agricultores tienen dos opciones frente al incremento de precios en los fertilizantes: utilizar productos con menos cantidad de nitrógeno u optar por abonos orgánicos, pero los dos significan menos productividad.
Los fertilizantes tienen un efecto inmediato en la planta. En cambio, con los abonos orgánicos se necesita mayor cantidad y el efecto es mucho más lento.
Actualmente, el productor asume el alza del precio para mantener el mercado y evitar un impacto al consumidor. El mayor golpe de esta crisis será para los pequeños y medianos productores, comentó Encalada.
Por ejemplo, María Belén Ortiz, de la productora de frutilla Hapina, asume por ahora el alza precio de los fertilizantes, pero advierte que si el precio no se estabiliza se trasladará al consumidor final.
Para Mario Alvear, productor de granadilla de la hacienda Cachacoto, la producción y la calidad de la cosecha dependen de los fertilizantes nitrogenados, por ello él ha asumido el alto costo durante este tiempo.
El impacto para los consumidores se verá en los próximos meses y toda la cadena se verá afectada, creen los agricultores consultados por este Diario.
Alvear puso como ejemplo el cultivo maíz, que necesita grandes cantidades de fertilizantes. Con este producto se elaboran los balanceados para los animales y, en consecuencia, todas las proteínas van a subir de precio.
José Encalada pide que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) se pronuncie sobre el tema y que dé recomendaciones a los agricultores frente a esta problemática.
En octubre pasado, esta Cartera de Estado habló de la creación de 500 bio fábricas de abono orgánicos de alto nivel.