MUNDO. La nueva variante del coronavirus ha generado preocupación en la población y gobiernos de varios países. Fronteras que se vuelven a cerrar y casos que se extienden poco a poco en todo el mundo.
Descubrimiento
La variante B.1.1.529 se notificó por primera vez a la OMS el 24 de noviembre de 2021. La situación epidemiológica en Sudáfrica, el país notificante, se ha caracterizado por la presencia de tres picos de casos notificados, el más reciente debido, principalmente, a la variante delta.
En las últimas semanas, el número de infecciones ha aumentado considerablemente, coincidiendo con la detección de la variante B.1.1.529. El primer caso conocido de infección por esta variante se confirmó en una muestra tomada el 9 de noviembre de 2021.
Fronteras cerradas
Israel
Israel fue la pasada medianoche el primer país del mundo en imponer un estricto cierre de fronteras para blindarse ante la ómicron, de la que ya hay dos casos confirmados en el país.
Japón
En esta línea, Japón decidió hoy volver a cerrar sus fronteras salvo para el retorno de sus ciudadanos y residentes extranjeros, una medida “urgente” tomada en respuesta a la nueva cepa ómicron de la que por ahora no se han detectado contagios en el país.
Filipinas
Las autoridades de Filipinas anunciaron este lunes la suspensión de la apertura de sus fronteras sin cuarentena a los turistas vacunados contra el COVID-19, medida que iba a entrar en vigor el 1 de diciembre, debido a la nueva variante ómicron del coronavirus.
Australia
Variante de preocupación
Por esta razón, se anima a los países a seguir estas instrucciones:
- Intensificar las actividades de vigilancia y secuenciación para conocer mejor las variantes del SARS-CoV-2 en circulación.
- Enviar las secuencias completas del genoma y metadatos conexos a una base de datos públicamente disponible, como la GISAID.
- Notificar a la OMS los casos o conglomerados de casos de infección por las variantes preocupantes, por medio del mecanismo del Reglamento Sanitario Internacional.
- Si se dispone de capacidad suficiente, y en coordinación con la comunidad internacional, realizar estudios en el terreno y análisis en laboratorio para conocer mejor los efectos de las variantes preocupantes en las características epidemiológicas de la COVID-19, la gravedad de los síntomas que producen, la eficacia de las medidas sociales y de salud pública, los métodos diagnósticos, la respuesta inmunitaria, la neutralización por anticuerpos y otras cuestiones pertinentes.