Los sistemas de vigilancia epidemiológico en el mundo funcionan como un semáforo. Cada cierto tiempo se activan alertas comparables con la luz amarilla, una señal de advertencia ante brotes de enfermedades que ameritan ser monitoreadas de cerca por su rápida capacidad de expansión o por su inusual comportamiento.
Solo en las Américas se han activado 18 alertas epidemiológicas en lo que va del año, la mayoría relacionadas con el covid-19. Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) también hubo avisos por la circulación paralela del virus de la influenza.
Otras notificaciones surgieron con la hepatitis aguda grave en niños, que hasta mediados de mayo sumaba 33 casos probables en seis países de la región. Y la más reciente fue activada por la viruela del mono, con 1 324 casos reportados hasta el 9 de julio (el 81% en EE.UU. y Canadá). La cifra incluye el primer caso ecuatoriano.
Refuerzo local
Alerta y acción. Esos son dos elementos esenciales de la vigilancia epidemiológico, sobre todo cuando se trata de enfermedades de alta transmisión. Las alertas globales, emitidas por organismos internacionales, son el punto de partida. Ante estas señales se activa el rastreo y la notificación debe ser inmediata ante la detección de casos sospechosos o probables.
Opiniones
El epidemiólogo Alberto Narváez explica que hay más de 40 enfermedades altamente contagiosas en la lista de notificación internacional inmediata, entre ellas el cólera, la viruela, el covid, que requieren una rápida intervención para frenar su propagación.
Pero el SARS-CoV-2 hizo tambalear la vigilancia epidemiológica en el mundo y en Ecuador se encontró con un sistema débil. Narváez, especialista en control de epidemias, resume algunas falencias: falta de personal preparado, una baja inversión y la escasa tecnología porque algunas localidades siguen notificando casos en papel por falta de Internet.
El resquebrajamiento del sistema comenzó 14 años atrás, cuando se bajó la categoría salarial de los epidemiólogos. Pasaron de recibir remuneraciones como médicos especialistas, unos USD 2 200, a sueldos de USD 1 200. Por eso muchos abandonaron la carrera.
Otro problema fue la falta de actualización informática. Cuando empezó la pandemia de covid-19 el país contaba con un software que había sido diseñado en el 2010 y que colapsó rápidamente.
“También hay mala gestión -agrega el epidemiólogo-. En enfermedades que deben ser notificadas diariamente hay un atraso de hasta siete días y en covid hubo un atraso de seis semanas”.
Para fortalecer el sistema, Narváez está asesorando al Ministerio de Salud con la capacitación de 200 epidemiólogos en el diseño de programas de control y vigilancia comunitaria de covid.
Integrar al sistema
El primer caso de covid-19 en Ecuador fue notificado por una clínica privada. El reciente caso de viruela del mono también fue alertado por un centro particular, en Guayaquil.
Estos dos antecedentes muestran la necesidad de contar con un sistema de registro digital que abarque a todos los subsistemas de la red de salud, como los Seguros Sociales y las clínicas de la red complementaria. Fuente: El Comercio.