BUENA FE. Todavía no eran ni las 08:00 de la mañana del viernes, cuando varios disparos retumbaron en una calle céntrica del cantón, muy cerca del cementerio general de la ciudad.
El 16 de septiembre los negocios recién abrían, cuando en los exteriores de un taller mecánico cayó abatido César Cruz Espinoza, quien había acudido hasta el sitio, pues tenía en reparación un cuadrón.
Entre los comentarios de los curiosos que acudieron al lugar de los hechos, se dijo que su padre es el reconocido comerciante de la localidad César Cruz Guerra y Anamar Espinoza.
Según un conocido, Cruz era cliente del taller de motos y había llevado un cuadrón para que se lo arreglaran, y acudió muy por la mañana para saber del vehículo cuando ocurrió el crimen.
Agentes de la Policía llegaron y aseguraron con cinta amarilla la escena para posteriormente recabar indicios balísticos y recoger alguna prueba que aporte en la investigación.
La consternación e incertidumbre se apoderó del lugar, pues no es común que ese tipo de novedades ocurra a plena luz del día y en el centro de la urbe.