Tras conseguir el quinto título nacional en 2011, Deportivo Quito, uno de los tradicionales clubes de Ecuador, empezó a deteriorar su estabilidad institucional, económica y por consiguiente deportiva, esto derivó en que juegue “el campeonato más difícil con los acreedores”, de acuerdo con el presidente Juan Manuel Aguirre en entrevista con Andes.
El conjunto capitalino, cinco veces campeón de la primera división de Ecuador, transita por momentos complicados en el ámbito económico y deportivo (actualmente diputa la tercera división), sin embargo sus dirigentes, liderados por Aguirre, trabajan para que el equipo siga existiendo.
“Es muy complejo porque nosotros, además del torneo de fútbol, jugamos el campeonato que es más difícil, en las oficinas, con los acreedores. El año anterior lo pudimos revertir y esperamos que esta temporada podamos tener la misma suerte”, mencionó el directivo, quien advirtió que aunque quieren que el Deportivo Quito siga existiendo, «depende mucho de los acreedores”.
Y añadió que “la situación del Quito desde el año anterior y creo que hace tres o cuatro años atrás es bastante compleja por las administraciones nefastas que han pasado, pero nosotros adquirimos esta responsabilidad y creo que hemos hecho un trabajo bueno con el objetivo de que Deportivo Quito pueda seguir con vida, primero, y después que pueda cumplir con sus objetivos deportivos”.
Esos objetivos deportivos, que son guiados por conseguir subir de categoría, se vieron aún más disminuidos por el retiro de 18 puntos tras una orden de FIFA debido a las deudas que mantiene la escuadra ‘chulla’ con los argentinos Carlos Ischia y Sebastián Rusculleda y el uruguayo-chileno Nelson Acosta, juicios que no son sujetos de apelación ni negociación.
“Pese a ello todos los que conformamos el equipo tenemos la firme meta de pelear la clasificación en el zonal y estoy muy feliz por eso, que se refleja en los jugadores y el cuerpo técnico y nosotros dependemos de lo que ellos hagan en la cancha”, añadió Aguirre, quien el pasado 14 de febrero presentó su renuncia al cargo por problemas personales, pero que después la retiró.
Esta misión, que ha sido catalogada por los miembros del directorio como El Milagro Azulgrana, Aguirre la hace por el amor y pasión que siente por la institución. “En el equipo ya algún interés que se tenga terminó porque solo les faltaron llevarse al complejo de Carcelén (norte). En Deportivo Quito ya no hay qué llevar, así que nosotros estamos trabajando para que el club renazca como institución”, sostuvo.
Para encarar el campeonato provincial de la Segunda Categoría, que es el inicio de un largo camino en busca del ascenso a la Serie B, que viene a ser como la segunda división del país, la ‘academia’ contrató a los experimentados Álex Colón, Ronald Campos, Juan Guerrón y Walter Iza, quienes son dirigidos por Renato Salas.
Además la directiva espera anunciar en las próximas horas la incorporación de un histórico del conjunto ‘azulgrana’, el lojano Luis Fernando Saritama, quien actualmente entrena con el equipo pero que no confirma aún su permanencia.
Andes.