Quevedo. En Quevedo el ambiente comercial se activa con el Día de los Difuntos y este momento también es una buena oportunidad para generar ingresos económicos, especialmente para las personas que realizan la actividad de pintura.
Esto ha generado que los trabajadores de esta rama lleguen hasta el cementerio general de Quevedo, ubicada en la calle Los Álamos, para ofrecer sus servicios a los dueños de cuerpos de bóvedas.
Uno de ellos es Galo Avilés, de 74 años de edad, quien desde hace 30 años llega al cementerio para ofrecer sus servicios.
Avilés cuenta que se ha mejorado el negocio ya que durante la pandemia del Covid-19 se ‘comió’ la camisa.
Otro de los que llega hasta el cementerio para darle ‘una manito de gato’ a las bóvedas es Omar, un hombre que aprendió a pintar viendo hacerlo a otros.
Al igual que ellos, en estos días llegan decenas de ciudadanos a laborar ya sea lijando, limpiando o pintando las tumbas. O a su vez, colocando letras góticas en las lápidas.
«La idea es dejar bonita la tumba», revela Carlos Fuentes quien llega desde hace cuatro años a Quevedo para ejercer sus labores de pintor y llevarse unos dólares hasta su tierra natal, Jujan.
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