Desde noviembre de 2019, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), implementó en el Hospital General San Francisco, la Can Terapia, un nuevo tratamiento terapéutico, asistido con perros, que ayuda a mejorar el funcionamiento cognitivo, físico, social y emocional del paciente, especialmente de los niños.
Todos los miércoles, a las 15 horas, Agatha, como se llama la perrita que ayuda en la terapia, ingresa a la unidad médica; es muy conocida entre el personal médico y administrativo; así como, por los niños, niñas y adolescentes del área de hospitalización pediátrica, donde se concentra la actividad.
Esta mascota fue preparada desde su nacimiento, para asistir en terapias; por ello, los cuidados para su alimentación, aseo y su estado de salud, son muy estrictos, pues, siempre estará en contacto con el personal médico y los pacientes.
Verónica Pardo voluntaria que acompaña en las visitas a Agatha indica que, aproximadamente, 10 niños, junto a sus padres, participan en las terapias y charlas, que ayudan a la humanización en la atención médica. Esta técnica ayuda a reducir el tiempo de recuperación de nuestros pequeños pacientes.
Luis Rueda, padre Kevin, uno de los niños que se encuentra interno en el área de hospitalización comenta: “Es la primera vez que veo esta clase de terapia con perros, nunca me imaginé que una mascota podría estar en un hospital; sin embargo, Agatha ha contribuido, de sobremanera, a la recuperación de mi hijo. A él, le gustan los perritos y, encontrarse con uno en el hospital, ha hecho que emocionalmente esté bien; disfruta de su presencia”
Jackleline Sánchez, enfermera operativa del servicio de Gineco pediatría, quien semanalmente, presencia de las terapias a los niños, señaló: “Desde que tenemos las visitas de la perrita hospitalaria para las terapias, los niños sonríen y se siente un ambiente diferente; están alegres, salen de la rutina diaria, durante su estancia hospitalaria. Además, se logra estimulación psicológica y física, lo que influye, directamente, en la pronta recuperación, ya que inclusive activa sus defensas”.
En los últimos días, también se incorporó Lilú, a la can terapia, otra perrita que brinda soporte, y la que se espera, apoye a las otras unidades médicas donde se implemente el servicio.
Para 2020, el IESS extenderá este servicio a otras unidades médicas, como el Hospital Carlos Andrade Marín y el Hospital Quito Sur. Mientras tanto, se realizan jornadas de capacitación al personal que se encargará de esta terapia.