Quevedo. El agua que reciben los quevedeños no es apta para el consumo humano. Basta con abrir la llave y recibir el líquido vital que llegan desde las tuberías, para a simple vista confirmarlo.
La turbiedad y en muchos de los casos, el olor, delatan lo criminal del servicio básico que las últimas semanas ha estado prestando la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado Municipal.
Pero esto tiene una razón de ser: las constantes precipitaciones en la zona de La Maná (Cotopaxi), donde está ubicada la captación del río Calope. El agua está llegando con gran cantidad de sedimentos, lodo y arena, lo que afecta las unidades de tratamiento de la planta.
Sin embargo, las quejas de la ciudadanía no paran. Antes porque no había agua, ahora, porque llega como si fuera chocolate caliente.
Pero las críticas se dan hasta del propio alcalde electo de Quevedo, Alexis Matute, quien en su red social facebook escribió: “El agua que consumimos en Quevedo es un atentado, no solo a la salud sino al progreso de nuestra ciudad. No descansaremos hasta dejar encaminado y ejecutado un verdadero proyecto de agua potable y alcantarillado. Por historia, identidad y futuro; nos merecemos mejores días”.
De inmediato, la comunidad que lo sigue reaccionó a través de comentarios.
Por ejemplo, Zoily Macias escribió: “Confiamos en ud los Quevedeños en que será posible ese milagro. No se puede realizar nada en toda la extensión de la palabra con el agua que actualmente tenemos”.
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