La Conferencia Episcopal Ecuatoriana, a través del arzobispo Alfredo José Espinoza, hizo un llamado especial para que en todas las eucaristías del próximo domingo 5 de enero se ore por los cuatro menores fallecidos: Steven, Saúl, Ismael y Josué, así como por sus padres.
Además, la Arquidiócesis de Quito solicitó que se rezara para erradicar la violencia, considerando este gesto como un «aporte concreto» de la comunidad católica en estos momentos de «mentira, impunidad y olvido».
Este llamado busca unir a la comunidad en oración y reflexión, buscando la justicia y la paz para las familias afectadas y para el país en general.
El pasado 24 de diciembre fueron encontrados cuatro cuerpos, maniatados y calcinados, en un terreno cercano a la Base Aérea de Taura, a unos 40 km de donde fueron detenidos los menores y donde habrían sido vistos por última vez.
Debido al estado de los cuerpos, la verificación de sus identidades a través del registro dactilar, uno de los procesos que utilizan los forenses con resultados más inmediatos, no se pudo realizar.
El siguiente paso fueron eran pruebas antropológicas para la identificación de los restos. Pero tampoco fueron concluyentes, por lo que se procedió a test de ADN.
La Fiscalía de Ecuador confirmó este martes 31 de diciembre que los cuerpos calcinados hallados la semana pasada corresponden a los cuatro menores desaparecidos el 8 de diciembre en el sur de Guayaquil tras ser aprehendidos por los militares.