Cecilia Vizueta es una mujer que vive en Barreiro. A ella le diagnosticaron glaucoma hace dos años. Desde entonces, ha perdido de a poco la visión, hasta no poder salir a la calle.
Adicional a este mal, hace poco se sumó la pérdida de su compañero sentimental. Actualmente tiene dos hijos menores de edad que estudian, pero sobreviven con la ayuda de los hermanos y más familiares.
Antes de perder la visión ella recibió la visita de una brigada del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). En esa llegada indicaron que su nivel de vida era alto, pero con el paso de los años, esa situación cambió.
Ahora no ve. Su casa de caña está a punto de colapsar y no recibe ayuda gubernamental. Ella habita en la parroquia Barreiro sector Barreiro Nuevo.
Un caso similar existe en Puertas Negras, allá José Olaya, más conocido como “Fifí”, padece insuficiencia renal y diabetes.
Él en cambio tiene un carné de discapacidad que le marca el 70%; sin embargo, no recibe bono por parte del Estado.
El también tiene el mismo problema que Cecilia, en el control social lo ubicaron en un nivel de vida alto, por eso no recibió ninguna ayuda durante la pandemia.