Hoy, 24 de junio, Ecuador se viste de reconocimiento y gratitud para celebrar a esos héroes anónimos que, con el volante como timón y el país como su ruta, son pilares fundamentales en nuestro desarrollo. El Día del Chofer Profesional Ecuatoriano no solo marca un descanso merecido, sino un tributo sincero a quienes hacen posible que nuestra nación avance.
Desde que el ex-presidente José María Velasco Ibarra decretó este día en 1937, hemos valorado el esfuerzo incansable de estos trabajadores del volante. A lo largo de los años, su labor ha sido indispensable para la industria, el comercio y la vida cotidiana de todos los ecuatorianos. En camiones, mulas y tráileres, llevan consigo el motor del progreso, conectando cada rincón de nuestra tierra.
Detrás de cada viaje, hay historias de sacrificio y dedicación. Los choferes ecuatorianos no solo enfrentan largas jornadas al volante, sino que también atraviesan kilómetros de separación de sus seres queridos, durmiendo donde la noche les alcanza. Todo esto, con la noble misión de asegurar el sustento diario para sus familias y para el país entero.
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En esta jornada especial, es crucial recordar que su papel va más allá del transporte de mercancías. Son guardianes de la economía nacional, embajadores de nuestra cultura y ejemplos de perseverancia. Cada kilómetro recorrido es un testimonio de su compromiso con el servicio y con el bienestar colectivo.
A todos los choferes profesionales ecuatorianos, hoy les decimos: gracias por su labor incansable, por su valentía al enfrentar cada desafío en la carretera y por su contribución inquebrantable al crecimiento de nuestra patria. Que este día sea un merecido descanso y una renovación de energías para continuar construyendo juntos un Ecuador próspero y justo.
¡Feliz Día del Chofer Profesional Ecuatoriano!