En cadena nacional, el ministro de Salud Pública, Juan Carlos Zevallos, se refirió a la nueva etapa de distanciamiento social que vive la ciudadanía desde este 1 de junio. Pidió a los ecuatorianos actuar con responsabilidad y mantener disciplina al cumplir sus actividades diarias para reactivar la economía del país.
Respecto a los cantones que cambiaron de color de semáforo a amarillo, destacó que la curva de contagio en esas ciudades está a la baja, como Daule y Babahoyo, por ejemplo. Además, informó que los cantones de San Cristóbal y Santa Cruz, en Galápagos, fueron declarados libres de COVID-19.
En cambio, otro dato positivo, es que Guayaquil bajó la demanda hospitalaria. “Tenemos una ocupación del 23% en hospitalización y del 45% en las Unidades de Cuidados Intensivos”, señaló Zevallos.
La situación en la capital de los ecuatorianos es diferente. Actualmente, esta Cartera de Estado, para evitar saturación en la demanda de camas, ha aumentado la capacidad. Precisamente hoy funcionan 37 nuevas UCI’s para COVID-19: 24 en el Hospital Enrique Garcés y 13 en el Hospital Pablo Arturo Suárez.
“Hemos expandido en alrededor del 380% el número de camas en la Unidades de Cuidados Críticos, destinados al tratamiento de pacientes COVID-19, en Quito. El 18 de marzo contábamos con apenas 31 UCI’s, hoy hemos subido a 116”, aseguró.
Asimismo, resaltó que las camas para hospitalización COVID-19, dentro de las unidades del MSP, han crecido la capacidad en un 180%, es decir, pasamos de 132 camas a 236. A ello, se fortalece la cadena de servicios con el abastecimiento del 73% en medicamentos; 62% de dispositivos y el 63% de equipos de protección personal.
Pichincha, a la fecha, cuenta con 395 nuevos profesionales y personal de la salud, entre epidemiólogos, médicos especialistas, enfermeras, personal de apoyo, que han sido distribuidos en los diferentes hospitales de la capital. “Existen 7.400 servidores que se encuentran prestando su contingente en los diferentes niveles de salud”, acotó.
Finalmente, insistió en el esfuerzo y el compromiso que cada ecuatoriano debe cumplir en esta nueva etapa para evitar la propagación del virus. Las claves son: distanciamiento social, por lo menos dos metros; uso de mascarilla; lavado frecuente de manos, no toparse el rostro, ni superficies que pueden estar contaminadas.