QUEVEDO. El retorno a las clases presenciales trajo alegría para varios sectores económicos que por mucho tiempo estuvieron paralizados por motivo de la pandemia: la transportación escolar, las librerías y los negocios de venta de zapatos y uniformes.
Tampoco se quedaron atrás los comerciantes ambulantes que diariamente se ubican en las inmediaciones de las unidades educativas con el objetivo de comercializar sus productos, especialmente comidas y bebidas: maduros lampreados, choclo con queso, granizados, etc.
Reacciones
‘Don Banchen’ como se lo conoce a Luis Banchen, se mostró animado por regresar a los exteriores de la escuela Unidad Popular, lugar en el que trabajó por varios años vendiendo granizados, pero que, por la pandemia del Covid-19, tuvo que dejarlo.
“Estamos reactivándonos poco a poco en este año lectivo escolar, yo fui padre de familia por muchos años y soy conocido aquí en la institución. Este es mi pequeño negocio para llevar el pan de cada día a mi casa”, manifestó.
Pese a que por esta semana los estudiantes han salido a las 10:00, por motivo de ‘adaptación’, Don ‘Banchen’ pudo recuperar parte de la inversión con su carreta de granizados. Tiene tres precios: 0,25, 0,35 y 0,50 porque la situación es muy dura, expresó.
Otros vendedores ambulantes van conociendo el nuevo horario de salida de esta semana y llegaron tarde, pero comentaron que el regreso a clases presenciales es favorable para ellos, ya que representa un rubro que habían perdido.
Para quienes llegaron temprano como José Sánchez, un heladero, manifestaron que les fue muy bien. “En media hora me hice 40 dólares, de aquí recorro otros sectores, otras unidades educativas”, dijo.
En los alrededores de los centros educativos se puede observar un mayor número de vehículos estacionados y trasladando a niños, eso dinamiza la economía de estos pequeños negocios que estuvieron esperando que disminuya la pandemia. (I)