Los dueños de las carnicerías expresan su preocupación por la calidad de los productos y el impacto económico que los cortes de luz generan en sus negocios. “Es frustrante. Si no podemos garantizar la frescura de la carne, los clientes no vendrán”, comenta Juan Pérez, propietario de un cárnico en Quevedo.
Desde el inicio de los cortes, los dueños de carnicerías se han enfrentado a serios desafíos para conservar la frescura de las carnes. Algunos han recurrido a medidas extremas, como la compra de hielo seco o hielo de agua, para intentar mantener sus productos en condiciones adecuadas. Sin embargo, estas soluciones son temporales y no garantizan la preservación adecuada.
Y es que para los comerciantes, sin electricidad, es imposible mantener la cadena de frío. La situación ha llevado a muchos a considerar el aumento de precios, lo que podría afectar a los consumidores.
La falta de energía eléctrica no solo pone en riesgo la calidad de los alimentos, sino que también genera pérdidas económicas significativas para los comerciantes. Muchos han expresado su frustración por la falta de comunicación y soluciones por parte de las autoridades del Gobierno.
Los comerciantes cárnicos de Quevedo hacen un llamado urgente al Ministerio de Energía y Minas para que tome medidas efectivas y se brinde una solución a este problema que afecta tanto a su negocio como a la comunidad.