“El vestido va a llegar, pero demorará”. Adela Moreira, propietaria de Belle Novias, en la capital, ha repetido al menos diez veces esta frase en la última semana. Intenta reconfortar a sus clientas y darles esperanza de que sus vestidos de novia llegarán a tiempo para que los luzcan ante el altar.
Pero la realidad es que no lo sabe. Desde hace dos años, además de confeccionar los trajes de fantasía, empezó a importarlos por catálogo de David’s Bridal, una de las principales empresas de productos nupciales a nivel mundial. Pero el coronavirus ha puesto al mercado de los vestidos de novia en aprietos, pues tanto esta compañía norteamericana como otras de las más populares en el mercado, producen al menos el 80 % de sus vestidos en China, y la cuarentena para reducir el contagio ha mermado el ritmo de producción.
“Es una cuestión de precios. El mercado ha cambiado mucho y hoy en día, con el fin de ahorrar, las novias prefieren pedir un vestido a través de internet que mandarlo a hacer. China es el fabricante más cotizado porque los costos de producción son bajos. Si no sería imposible conseguir un vestido en trescientos o cuatrocientos dólares. Al menos el 60 % de los vestidos que vendo son de catálogo”, explicó.
En días pasados, la empresa norteamericana indicó que hay atrasos en un tercio de los pedidos de los últimos dos meses, y que el tiempo de entrega es de al menos tres meses.
En ZCI Novias, de Guayaquil, Catherine Carrión ha encontrado menos trabas. “Al menos a nosotros, China sí nos ha estado cumpliendo. Los vestidos sí están llegando, aunque las empresas con las que trabajamos sí nos han pedido que no hagamos pedidos urgentes, porque con esos no podrán cumplir”, estableció.
Esta subrayó que el precio es una de las principales preocupaciones de las novias actuales, incluso más que la calidad, por lo que el mercado de las importaciones ha crecido y continuará en esta tendencia.
“Hoy se prioriza el ahorro. Se hacen bodas más familiares, más pequeñas. El negocio se debe adaptar a esta realidad y, aunque sí hay producción local de trajes, hay un creciente interés por los vestidos importados por un tema de costo. Aún así, nosotros ofrecemos vestidos de los dos tipos”, dijo.
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