BABAHOYO. Estamos en la última semana de octubre y con ello se avecina el feriado de noviembre, el Día de Los Difuntos. En el cementerio general de Babahoyo, se observan varios obreros que a la voz de «trabajitos», «arreglamos las tumbas», ofrecen sus servicios para que los familiares de quienes ya descansan bajo tierra, los los contraten y acomoden los sepulcros.
Jorge Castillo, es un obrero que tiene más de 20 años en la actividad. Sin embargo, el día de hoy no ha tenido ningún cliente. El pinta tumbas y dibuja letras a sus en las lápidas de camposanto.
Así como el existen varios obreros que tienen sus materiales en un tacho listo para atender a los clientes que piden arreglos para las tumbas. Con el flexómetro en mano se suben enseguida si la lápida es alta para tomar las primeras medidas y enganchar a los clientes.
De su lado, Ángel Cabrera, estaba realizando una loza en una cuerpo de bóvedas por por cual cobra 20 dólares. Para estas fechas es común observar los albañiles y pintores ofrecer el servicio a quienes visitan el cementerio.
Así mismo, en noviembre, se activa el comercio de ramos de flores y velas que las personas le llevan a sus deudos.