Los colectivos en defensa de los derechos de las mujeres de Ecuador una vez más se reúnen en torno a un punto álgido: la despenalización del aborto. El escenario vuelve a ser el mismo: la Asamblea Nacional, que en 2013 se negó a esta posibilidad cuando se aprobó el Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Ahora, la Comisión de Justicia aprobó un informe de reformas al mencionado Código, que irá a su primer debate. Esto, con la recomendación de despenalizar el aborto basándose en cinco causales: violación, malformación del feto, inseminación no deseada, discapacidad mental de la madre y si pone en riesgo la vida de la progenitora.
Hace cinco años, las asambleístas Paola Pabón y Gina Godoy presentaron una moción ante el Pleno para discutir la despenalización del aborto en casos de violación, lo que generó una reacción de parte del expresidente Rafael Correa al catalogar la discusión como “una traición”. Ambas parlamentarias se retractaron de lo pedido.
“Contábamos con los votos entonces, pero por presiones políticas, el debate no se dio. Ahora, vemos con buenos ojos que el primer informe haya pasado el Pleno. Mañana (hoy) estaremos ahí apoyando este derecho fundamental para todas las mujeres”, indicó Virginia Gómez de la Torre, miembro de la Coalición Nacional de Mujeres Ecuador y la fundación Desafío.
La activista recuerda las luchas que se han dado en torno a este tema: “Tenemos muchas esperanzas con este proceso. Nosotras, desde el año pasado, estuvimos brindado propuestas a la comisión para que las cinco causales fueran incluidas”.
Criterios
A la presidencia de la Asamblea Nacional llegaron al menos cinco pedidos de palabra de expertos en el tema. César Paz y Miño, genetista, fue uno de los que solicitó su derecho de palabra. Para él, el aborto, cuando son casos con fetos que presentan malformaciones, es fundamental.
“Entre el 60% y 70% de las violaciones en nuestro país se dan por casos intrafamiliares. Como genetista, es mi deber informar que un feto producto de esta unión presenta altas probabilidades de malformaciones y enfermedades por el contenido genético que comparten”.
Por otro lado, Paz y Miño asegura que durante sus participaciones dentro de la Comisión de Justicia siempre quedaba en el aire la necesidad de que la víctima “pruebe que fue violada”.
“Esto me parece horroroso. Porque no contamos con una ley efectiva que ejecute con rapidez las investigaciones. Las víctimas de violación deben esperar por una decisión legal de si fueron violadas o no para proceder a otras soluciones. Yo he conocido casos que se han tardado hasta un año para determinar esto”, sostiene Paz y Miño, quien propone que si pasados quince días del hecho y aún no hay respuesta de Fiscalía, la víctima asuma que hay “silencio administrativo”, para que reciba los beneficios de un supuesto “COIP reformado” a través del Ministerio de la Ley.
Otro “mito”, que considera el genetista, es que la pastilla del día siguiente “no es un abortivo, es un anticonceptivo de emergencia que te brinda altas dosis de hormonas para que no haya fecundación”. (JDC)