Una fuerte lluvia sobre la ciudad y el dormitorio de la pareja se inundó. Para ellos, el agua empozada en el cuarto no era extraño, pues es algo que se repite con cada aguacero. La angustiada madre contó a las autoridades que aproximadamente a las tres de la madrugada estuvo despierta alimentando a la bebé.
Una vez que le dio de lactar se durmió y, al parecer por el cansancio, no sintió el momento en que la niña cayó de la cama. Para ese entonces el cuarto ya estaba inundado y la menor se ahogó.
Una hora después, cuando la madre despertó no encontró a su hija en el sitio que la había dejado y observó en el piso que su retoño flotaba sin signos vitales.