BABAHOYO. Pasan las noches a oscuras, solo se alumbran con velas por falta de energía eléctrica. Don Ángel Piza Canales, de 72 años, más conocido como el camaronero en Babahoyo, vive en su casa de caña, sin servicios básicos.
«Llegó el camaronero», esa fue la frase que hizo popular a este hombre, un conocido comerciante, quien se ganó el cariño de los babahoyenses por el exquisito producto que expende.
Sale a la 06h00 de la mañana y regresa a su casa a las 18h00. Sus nietos lo reciben con mucha alegría, luego de su jornada de trabajo. El adulto mayor es el sustento de su familia, Hasta a los pequeños de la casa les regala 50 centavos de dólar.
Casa vetusta
El conocido comerciante vive junto a su familia en una vetusta casa de caña que se encuentra con daños en algunas partes de su estructura, por lo que teme que en algún momento colapse.
Son cinco las personas que conforman el hogar, tres adultos y dos niñas, no tienen agua, ni energía eléctrica desde hace varios años.
«Es triste vivir así, con lo que yo gano no me alcanza para pagar la energía, peor el agua. Con lo que genero a duras penas saco para la comidita de los niños», señaló el adulto mayor.
Las pequeñas no pueden conectarse a las clases virtuales, por la falta de energía, deben de recurrir dónde un pariente para que les regale internet, les preste el teléfono, y así poder estudiar.
Pedido
«Yo quisiera que las autoridades me ayuden regalándome caña y madera para arreglar mi casita, también quisiera que me ayuden poniendo la energía y el agua potable. Es difícil andar cargando agua en balde y andar molestando a los vecinos a cada rato», dijo Ángel.
Entre las cinco y seis de la tarde salen todos con rumbo al río para asearse, y para cocinar piden agua a los vecinos, la conservan en recipientes, ellos viven en la ciudadela Las Balsas de la parroquia El Salto.